[LA PIMPINELA ESCARLATA] El gafe y la sumisión
EDUARDO FERNÁNDEZ | Puede ya desmentirse que el primer acuerdo adoptado por los nuevos ministros del gobierno Sánchez haya sido conjurarse para no venir a Ponferrada con Olegario de alcalde. No es verdad que Uribes y Ábalos hayan salido de sus respectivos exministerios entre gemidos y lamentaciones por abrazo de gafe. No hubo abrazo, que el covid lo impidió, con lo que se desmiente la maledicencia de la oposición ponferradina que imputa arteramente su súbita salida del gobierno a la reunión con el alcalde de Ponferrada. Distíngame ustedes entre mal fario y coincidencia. Mal fario es que como una maldición faraónica te caiga del cosmos una huelga de recogida de basura. Que dos ministros se reúnan con el alcalde y al mes siguiente los cesen, no es sino coincidencia malhadada, puesto que otros han sido igualmente cesados y no pensaban hacerle el más mínimo caso igualmente. Les hubiera advertido Umberto Eco de que la superstición trae mala suerte, sin necesidad de que se cierna la sombra del olegarismo. Pero, por si acaso, eso que han ganado, que la desgracia nunca se sabe si termina en lo político o tiene traslación a lo personal. Pero vamos, que por si acaso le han encargado a la nueva ministra de ciencia un estudio empírico pormenorizado del eventual maleficio ponferradino. No será para tanto, que algunos en el PSOE local han empezado a llamarle “el innombrable” para ahuyentar la mala suerte. Porque, no lo duden, quienes más han disfrutado con esto son los suyos, que los demás ya sabíamos que no parecía un talismán andante.
Lo peor no es que el asunto dé para varias chanzas y requiebros, lo peor es que ha quedado fatal con los de aquí para quedar bien con uno de Ferraz al que han quitado ministerio y mando en plaza orgánica. Como jugada, un desastre. Una semana no queda más remedio que felicitar al estratega que le cuchichea al oído en la alcaldía. Porque, claro, callar y no pedir para hacer mérito en Ferraz para salir del claustro municipal en cuanto sea posible es una cosa, cuando se gana un amigo al que susurrarle la inmensa valía personal que abona la salida hacia los fastos de la política nacional. Con menos a algunos les han hecho senadores. Pero no reivindicar y a la vez quedarse en el partido sin interlocutor que lo agradeciera es una pifia monumental: quedar mal en tu ciudad por silencio cómplice sin quedar bien arriba es algo que sólo les puede suceder a los muy elegidos por los caprichos de Fortuna. Sobre todo, porque no estaba en el guion que, como contraste más sonrojante, el alcalde de León le exigiera a Ábalos lo que prometieron y no han hecho, y se enfrentara al mamporrero asesor en defensa de los intereses de su ciudad. Me imagino que tiene que estar partiéndose desde que mandaron a casa al interfecto. El contraste fue abrumador y por una vez cobró sentido la expresión silencio atronador del enmudecido alcalde ponferradino a la hora de exigir tren y autovía. No me extraña que después de estas cosas que les pasan, a algunos socialistas de aquí, entre optar por la apatía o por la sumisión, les salga más rentable lo de la desidia. No me atrevo a recordarles la frase del marqués de Sade: “el infortunado al que la suerte persigue tiene su corazón como consuelo y los goces interiores”, porque sólo nos faltaría que se lanzaran con fruición al sadismo, aunque fuera al fiscal, que es el que tienen más practicado gracias al tasazo de la basura.
Puedo imaginarme la pereza que les invade ahora mismo. Dos años para catar ministro y vuelta a empezar por un capricho no bien explicado de Sánchez. Luego les hacen la cuenta en la oposición y les salen tropecientas legislaturas hasta que se reúnan con todos los del gobierno, y si encima hay que volver a empezar, se lo ponen fácil a los malvados opositores. No faltará quien ahora fabule un nuevo relato: vaya por Dios, precisamente ahora que Ábalos tenía listos cienes y cienes de millones de euros para cambiar las vías férreas del Manzanal y terminar la autovía a Ourense, se va a servir a la patria en nuevos destinos gloriosos. Pero palabrita de concejal que les había prometido todo, y hasta la plataforma logística. Es posible que cuando se inaugure el apartadero haya que bautizarlo con nombre sonoro; propongo ya, por hacer justicia histórica, que se llame “plataforma logística cósmica multimodal José Luis Ábalos” y se le proponga para el condado de La Placa. Que no se diga que no somos un pueblo agradecido por la generosidad del ministro y el celo reivindicador del alcalde. Yo lo siento aún más por los dos millones que para la Tebaida había prometido Uribes en Cultura y que iban a llegar de un momento a otro.