[UNA HABITACIÓN AJENA] Maldigo la poesía
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales que,
lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
(La poesía es un arma cargada de futuro, Gabriel Celaya)
bufón, bufona
- Persona, generalmente de aspecto grotesco, que en la Edad Media y principios de la Moderna se encargaba de divertir a la corte con historias graciosas y chistes.
- [persona] Que hace tonterías o se comporta con poca seriedad pretendiendo ser cómico y resulta ridículo o molesto.
Yo tengo un chiringuito
A orilla de la playa
Lo tengo muy bonito
Y espero que tú vayas
El Chiringuito
El Chiringuito
El Chiringuito
El Chiringuito…
(El chiringuito, Georgie Dann)
NELLY BOXALL | Todo régimen tiene sus bufones y el de Barjas no iba a ser menos. Apenas sin población, sin servicios y sin entorno natural –de cuajar los dos proyectos de parques eólicos previstos en su territorio– poetas visitantes no le faltan. Un día al año personalidades del mundo cultural y de la poesía se deleitan y congratulan de haberse conocido, recitan versos, se hacen la foto en el Hayedo de Busmayor y hasta el año que viene. Para bajar al barro y denunciar atropellos ya estamos quienes vivimos de manera más prosaica, que ni leemos ni escribimos poesía, los poetas del hayedo entienden de más elevados menesteres. Leyéndome, bien pareciera que detestara la poesía pero no, detesto a los y a las poetas pagadas de sí mismas, a quienes les importa un pimiento que la especulación de las multinacionales energéticas –con el empujoncito de alcaldes y pedáneos– esté a punto de devastar todo el entorno del municipio de Barjas, incluyendo el cerco y sitio de su tan amado y declamado hayedo de Busmayor. Cuánto amor y cuánto romanticismo… las mujeres podemos hablar y mucho de los estragos del amor romántico, estragos que pronto podrán comprobar las gentes de Barjas. Y es que hay amores que matan.
Nelly, no te metas también con los poetas, no hacen daño a nadie. Bueno, discrepo. El silencio cómplice, el apoyo con la participación explícita o la mera presencia y declaraciones como las de la presidenta del definitivamente chiringuito Instituto de Estudios Bercianos, Patricia Pérez, afirmando que “no se puede evitar que la mano del hombre estropee la riqueza del paisaje” algo de daño sí que infligen, por el momento dando una pátina de normalidad al expolio del capital y la arbitrariedad de un alcalde tan incapaz de fijar población como de generar felicidad en su territorio. El miedo, Alfredo, no significa respeto pero eso tú y los tuyos ya lo sabéis, y os da exactamente igual y esas tragaderas os han ido creciendo a base de impunidad, cobardía de quienes os rodean y mucha jeta, eso sí, muy bien maquillada y con mucho estilo. Antes muerta que sencilla. Pero mucho maquillaje y muchos versos os van a hacer falta para disimular la barbaridad que supone apoyar y permitir el destrozo de los montes de Barjas y que uno de los bosques de hayas más importantes de nuestro país quede literalmente rodeado por aerogeneradores de doscientos metros. Dice el alcalde que “el hayedo no se toca” que suena al cese temporal de la convivencia de la familia real, a la indemnización en diferido y en modo simulación de Cospedal o al todo es cierto salvo alguna cosa de Mr. Rajoy.
En el acto de presentación de la XIII edición de los Versos en el Hayedo de Busmayor también ha participado Santiago Asenjo, director de la biblioteca universitaria de León, que quiere montar una biblioteca ligada a la fiesta de la poesía en el pueblo de Busmayor. Del ámbito universitario, lo menos que se podría esperar es que contase con algo de información sobre lo que hacen grupos de estudio y trabajo como MEDINAT, de la propia ULE, sobre la nefasta incidencia de los megaproyectos energéticos en las áreas naturales y la biodiversidad y no quedar como un auténtico paleto con lo de la biblioteca… pero ya sabemos que alguien tendrá que publicar a toda esta gente y lo vamos a hacer con dinero público, claro. A lo mejor todo esto ya lo conoce y, también, le da igual, estando yo errada en lo de paleto y tratarse de simple oportunismo.
No quiero terminar sin mencionar a los nueve del hayedo, quienes ni han estado ni se les espera en la lucha colectiva por el derecho a un entorno natural vivible, también, para quienes no escribimos versos pero tenemos muy buena memoria: Raquel Lanseros, Ana Merino, José Luis Puerto, Marifé Santiago, Pilar Blanco, Óliver Álvarez, Sara Otero, Antonio Aguadelo y Carmen Busmayor, quien ha manifestado que la edición online tiene sus ventajas… entre ellas que no te monten una buena protesta contra los dos megaproyectos eólicos en pleno hayedo y quedes como una palmera del régimen, añadiría yo. Me despido con una producción propia para la ocasión, ya que lo merece:
Cambiamos ramas por aspas,
la brisa en la cara por el zumbido perpetuo,
la maleza por el cemento y
el paraíso eran nuestros nombres en letra de molde.
Si los grillos ya no cantan,
¿a quién ha de importarle teniendo versos?