[LA PIMPINELA ESCARLATA] La larga mano de Gadget
EDUARDO FERNÁNDEZ | Uno de los primeros latinajos que uno aprende en Historia del Derecho es ese dichoso de longa manu. La mano larga en la política, como la prolongada historia de PP y PSOE demuestran extenuantemente, ha fluctuado; no entre el bien y el mal, sino con escandalosa frecuencia entre el cohecho y el estupro. Larga mano que en tantas ocasiones ha sido sobrecogedora en cuantas acepciones de la expresión son posibles. Yo pensaba que se acabaría con lo de la longa manu o el mando político a distancia con lo de la política de cercanía, la proximidad de lo local, la ciudadanía activa y todo eso que nos cuentan para hacernos creer que los que mandan en los ayuntamientos están tan preocupados por los problemas de los vecinos que probablemente se desvelen cada noche pensando en el bien común. A medida que se acerque el fin del mandato los palmeros del olegarismo nos trasmitirán que no hay descanso en la planta noble y se trabaja con denuedo para acabar con tantos siglos de opresión e inercia como dejaron los celtas, los romanos, los templarios, los invasores franceses, los exalcaldes del PP y de USE y los habitantes de la galaxia GN-z11 que nos han invadido y se hacen pasar en Ponferrada por concejales de la oposición. No hay descanso en el trajín y la trabajera que se traen en el equipo de gobierno, que ni por las noches descansan. Al primer pelota que me ha dicho ya que de desidia nada y que el alcalde no para ni para dormir, le he tenido que recordar que esa propaganda ya es vieja y que alguien dejaba una lucecita encendida en una ventana del Pardo para recordar en las despedidas del NODO los desvelos por la patria, así que a otros con ese cuento, que el estado de la ciudad desmiente. Las estrategias de defensa basadas en el victimismo y la sobreelevación del líder, así como en el ataque a los críticos son más viejas que Cicerón, cuyo hermano Quinto escribió un manual de candidatos para las campañas electorales llamado Commentariolum petitionis que hoy les cito.
Los que en el equipo de gobierno de Ponferrada descubren la pólvora cada día, reparen en que antes que ellos, con su mal estilo en la oposición, ya se atacaba al gobierno local; y que antes que ellos en el gobierno ya ha habido miles que, para no considerar cuánto había de razón en las críticas de la oposición, buscaron la gracieta con la que distraer la atención. Decía Quinto Cicerón que el que manda tiene que cuidar a su séquito y a los suyos para que lo defiendan, que en campaña las apariencias superan a los méritos, que es necesario simular las cualidades que no se poseen y que la adulación, vergonzosa en la vida común, es aconsejable en política. Hay concejales del equipo de gobierno de Ponferrada que se han aplicado al dedillo lo de la lisonja con su jefe de filas. Y con todo, aunque nunca hayan leído en su vida a Cicerón ni supieran de su hermano Quinto, se han entregado con fruición a seguir sus consejos con inusitada fidelidad. Si es que la perspicacia innata de estos muchachotes y muchachotas -cualquier error menos el lenguaje inclusivo- no tiene parangón; especialmente con su consejo de que se prometa incluso aquello que no se pueda cumplir, que millón más o menos para la Tebaida no va a ningún lado.
El caso es que frente a las denuncias de la oposición la contestación es la consabida de los concejales, con Gadget y urbanitas, y de los palmeros que se duelen de que Morala ande por los pueblos como Heidi. Prometo no volver a extrañarme más de las perogrulladas del equipo de gobierno al considerar que tienen por guía doctrinal al inspector Gadget y a Heidi. El imaginario mental de gente que se conduce por la política con esos referentes no puede sino dar como consecuencia el abandono que vivimos. No es que esperara yo que anduvieran pronunciando frases como de las Meditaciones de Marco Aurelio o de los discursos de Negrín, o que tuviesen a Aristóteles y Hegel como pensadores de cabecera, si bien yo al alcalde le noto una clara influencia entre Wittgenstein y Horkheimer, pero si tienen que poner a escurrir al adversario, hombre, un poco de gracia, ya que son incapaces de la inteligencia. El partido que produjo dos maestros como Alfonso Guerra y Rubalcaba en esto de atizar con sarcasmo, en tiempos de sanchismo y olegarismo no puede haber venido a menos con más estrépito intelectual. Compárenme lo de “Baltasar Garzón tiene una pasión incontenible por sí mismo” o la metáfora de Zapatero como Bambi con lo de Gadget, si es que no hay color. Pero lo que es para terminar de partirse es que después de las denuncias de Morala en los pueblos, de Samuel con la limpieza o de Ruth con el despilfarro, van los de los pueblos y barrios y denuncian el abandono con monumental cabreo. Lo que demuestra que Cicerón no acertaba en todo, pues pensaba que lo de menos es que se enfaden con el político aquellos a los que mintió, ut facere quod promisit cupiat si ullo modo possit, que siempre ofende menos que te mienta un edil en latín, que si carretera, que si cobertura, que si limpieza, que si desbroce, que si parque, que si jardín, que si fuentes, que cuando yo sea alcalde todo fácil y pronto. Y ahora hasta confiesan en el equipo de gobierno que andan a medio gas con la limpieza. Morala diciéndolo en cada recodo del camino y los genios estos al final le dan la razón cuando solo les faltó compararlo con Vickie el Vikingo y Bob Esponja. Marco Morala con la crítica y los de los Barrios o los de Peñalba con lo mismo. A ver si al final triunfa la larga mano de Gadget, que parece mover a protestar hasta los que no son de su partido, y hace mella la idea de la desidia.