[LA PIMPINELA ESCARLATA] Ponferrada central deslocaliza LM
EDUARDO FERNÁNDEZ | Cada vez que tengo la ocurrencia de asomarme a mi ventana, que da la plaza de la República Argentina porque me mudaría si diese a la de la república española, la polución me asalta, agarra mi garganta, ciega mis ojos, ennegrece mis pulmones y acorta mi vida. Ya se sabe que Ponferrada es ciudad insana, en el ranking mundial de la contaminación pareja a Méjico, El Cairo, Nueva Dehli y Lahore. Que entre la genial Ministra de la Transición Ecológica Injusta que cerró las térmicas bercianas y los alumnos aventajados del olegarismo estén poniendo freno a semejante deterioro vital con la zona de bajisimísimas emisiones de Ponferrada, me rescata del abandono medioambiental y me lleva a las altas cimas del ecologismo urbano en el que otro aire es posible. Esto sí que preocupa y no lo de la quema de neumáticos.
Por eso, cuando he visto mi calle dibujadita en el mapa de la Ponferrada Central mi yo verde se ha llenado de alborozo y, pleno de confianza en la reducción del agujero de la capa de ozono sobre Ponferrada, creo en un triunfo hoy posible sobre el cambio climático y el efecto invernadero, sí se puede, sí se puede me parece oír desde la plaza del ayuntamiento hasta las sucias calles de la Ponferrada contaminada.
Sé que este es el principal problema que tienen los ponferradinos. Ese y no el empleo, ese y no la pérdida de actividad, ese y no los locales cerrados, ese y no la pérdida de población. Que por las esquinas clamaban contra las altas tasas de partículas en suspensión propias de cuando en Ponferrada había aún una montaña negra. Quieren llevar los límites de esta zona libre y feliz hasta las mismas puertas de Montes, Peñalba y el Morredero. Todo lo demás, inmundicia y espanto. Así que he bajado raudo a poner pegatina verde en el limpiaparabrisas, para pasar a mi portal los días de alta contaminación y circular por eso que en Madrid llamaban petulantemente la almendra central, pero que me consta en la ordenanza ponferradina se identificará como el botillo central. Por eso, que tu ayuntamiento priorice sus políticas públicas alineándolas con el clamor popular me llena de regocijo y esperanza. No todo está perdido. Seguro que el ansiadísimo plan estratégico que están confeccionando los estrategas de la Casa Consistorial hará una estrategia estratégica con inversiones estratégicas y subvenciones multimillonarias estratégicas del gobierno Sánchez para revertir esto, que en un par de años rozaremos el pleno empleo y los 80.000 habitantes.
Y así no se habla de otras cosas. Sobre todo, cuando les pillan por sorpresa los suyos con alguna metedura de pata estratosférica. Hay que ser suicida y mentecato para que te pregunten diputados de la oposición específicamente por la opinión del gobierno ante la pérdida de empleo en LM en La Llanada y decir que el problema es la situación interior y que mejor en el litoral. Porque esa contestación es escrita, hay tiempo para matizarla, repensarla, incluso eliminarla, la revisan varios asesores parlamentarios y ministeriales socialistas… y aún así se expresa con toda su crudeza. No se necesitan adversarios con compañeros así. Si es que desde que la luz ha subido hasta ponernos en la garganta lo que antes estaba en la ropa interior ya no hay recato ni temor. A lo loco se vive mejor. Que ya le echarán la culpa a alguien. Lo de LM a los de la derecha que trabajaron por traer la empresa, a quién se le ocurre, en Ponferrada, sin mar ni nada, con la de parques eólicos que se ponen en mitad del océano y no en las montañas que tanto molestan a los ecologistas, que no dan abasto los pobres, resuelven lo de la polución del centro y les quieren poner palas eólicas en cualquier loma.
Un genio el autor de la respuesta del gobierno. Dice literalmente y entrecomillo que “los problemas de los fabricantes de palas actuales es principalmente su actual localización“, añadiendo que “la situación de las fábricas en los entornos portuarios es crucial”. Y si tienen huevos, que me desmientan el entrecomillado, la literalidad de la respuesta y que es la que se dio el 24 de septiembre a la pregunta 184/58067. Si esa respuesta la hubiera dado otro gobierno, el alcalde estaría como el de Zalamea y los sindicatos montando un pollo monumental. Vendrá Sánchez el de la luz barata el domingo a decir que no pasa nada. Pero luego los que espantan inversiones son los de siempre. Quiero no creer la desvergüenza del alcalde si calla ante este atropello que presagia otros mayores, si se entrega hasta el servilismo a los suyos le incapacitaría para defender los intereses de la gente de esta ciudad, al menos los de quienes no se congratulan por un acuerdo que implicó la desaparición de cientos de empleos en LM. Porque el alcalde no es culpable de que un memo considere que la España interior no es lugar para fábricas, ni de que un necio crea que mejor por la playita. Pero no cumpliría con su deber si no reclama la inmediata rectificación del gobierno, si no abandona la pachorra de echar la culpa a quien no la tiene, porque han sido imbéciles de carnet (y no precisamente del carnet del PP) los que han mandado semejante ofensa como respuesta y si no defiende estratégicamente, como profundo conocedor de los planes de desarrollo que parece ser, la viabilidad de la actividad económica de las empresas radicadas hoy en Ponferrada. Callaron con el desmantelamiento de las térmicas a pesar del presagio de la subida del precio de la luz y hay que ver cómo estamos, parece que al punto de darle de nuevo en algún sitio al encendido de la térmica. A tiempo está de hacer todo lo contrario de lo que ha hecho en este asunto, mirar para otro lado, acomodarse y mostrar con los suyos unas tragaderas mayores que el castillo. Si no, cada empleo que se pierda aquí, cada habitante que se baje, llevará el sello de su complicidad.