El Ayuntamiento de Fabero ofrece una vivienda para acoger a refugiados afganos
Entre el lunes y el martes está prevista la llegada a España de alrededor de 230 colaboradores procedentes de Islamabad.
Los ayuntamientos de Fabero, Valladolid y Marchamalo (Guadalajara) se han ofrecido para acoger a parte de los afganos que llegaron este lunes a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). El piso de Fabero dispone de tres habitaciones que se adaptarán a las necesidades de la familia afgana, que podría permanecer entre seis y ocho meses en la localidad.
Ayer aterrizaron en Torrejón de Ardoz alrededor de 85 refugiados afganos y hoy martes está prevista la llegada de otro avión desde Islamabad con 160, aunque la cifra puede variar dependiendo de los controles que tienen que pasar antes del traslado, según fuentes gubernamentales.
Los afganos evacuados en esta ocasión colaboraron en concreto con la Embajada española, el Ministerio de Defensa y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). La ministra de Defensa ha declarado a los medios que desconoce si el del martes será el último avión de evacuación de refugiados afganos, ya que son procesos «largos» y «difíciles».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ha agradecido la colaboración del Gobierno de Pakistán con estas evacuaciones ya que «sin ellos no hubiera sido posible», mientras que el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha dicho que ahora comienza el proceso de integración para estos refugiados afganos, para los que tres ayuntamientos ya han ofrecido viviendas: Valladolid, Fabero y Marchamalo (Guadalajara).
La llegada de los alrededor de 230 afganos entre el lunes y el martes se sumará a los 2.206 personas entre españoles y afganos que fueron evacuados en la primera operación de evacuación llevada a cabo por España el pasado mes de agosto.
Recientemente el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajó a Pakistán y a Catar para trasladar a sus autoridades el deseo de establecer vías para evacuar desde Kabul a los colaboradores afganos que no pudieron salir de su país en la primera fase de repatriación.