El PP sugiere al alcalde de Cacabelos «explorar mayorías plurales» al margen de IU y SxC
Los populares rechazan la reedición de un «tripartito cómplice de prevaricación» y animan al PSOE a «convertir su debilidad en virtud» a la hora de gobernar el municipio.
¿Y si el Ayuntamiento de Cacabelos, sometido tras las elecciones a un bloqueo por la situación de minoría del alcalde, terminase siendo gobernado por una especie de gran coalición? Podría ser a través de un pacto con reparto de cargos incluido o a través de acuerdos puntuales con la segunda fuerza política del consistorio.
Sin expresar claramente sus preferencias –más allá del rotundo rechazo a la reedición del tripartito– el Partido Popular ha dejado caer este martes en un comunicado la sugerencia al regidor, el socialista Junior Rodríguez, de «explorar mayorías plurales que, dejando al margen las grandilocuencias ideológicas, se señalen un sencillo objetivo común: el bienestar de los vecinos y el progreso del municipio».
Para el portavoz del grupo popular, Adolfo Canedo, cualquier solución parece mejor que la reedición de un tripartito del que formarían parte concejales que califica como «cómplices hasta el extremo de un prevaricador que ha permanecido hasta el último extremo aferrado al cargo con el compadreo de sus camaradas», en alusión al exalcalde Sergio Álvarez, cuya condena a 9 años de inhabilitación por un delito de prevaricación ha sido confirmada recientemente por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Tras esa sentencia, Canedo lamenta que «solo escuchamos el clamor de las cómplices necesarias del exalcalde prevaricador, Susana Villa y Maika González, pidiendo a gritos la repetición del devastador Tripartito PSOE, IU y SxC, en la búsqueda desesperada de sus sillones, sin dar explicaciones a los vecinos, sin asumir la gravedad del drama de su gobierno, sin pedir perdón ni presentar su inmediata dimisión, como procedería».
Por ello, el Partido Popular de Cacabelos sostiene que el Gobierno municipal «tiene, en estos días, una oportunidad única de convertir, en función de la representatividad, su debilidad en virtud, de sumar y no imponer», explorando esas vías alternativas para dotar de estabilidad al consistorio.