[TRIBUNA] Vecindades entre Laciana y El Bierzo
JAVIER LAGO MESTRE | Los territorios periféricos son determinados por la geografía, caso de las sierras que los delimitan. Territorios donde viven pobladores que se socializan por motivos vecinales, económicos, religiosos, etc. Esta convivencia humana también favorece la concienciación colectiva territorial.
Además de lo comentado, los poderes institucionales ejecutan políticas de delimitación territorial. En la Edad Media el rey Alfonso IX concede carta puebla a Laciana para favorecer su poblamiento (1270), por ello ofrece diversos privilegios locales. En esta delimitación territorial de Laciana se incluyen Cerredo y Degaña, actualmente pertenecientes a la Comunidad de Asturias. También sabemos de la concesión foral para el concejo de Ribas del Sil de Suso (1225), que en el siglo XIX pasó a ser el municipio de Palacios del Sil. Esta división institucional ha favorecido la formación de sus propias identidades territoriales seculares.
En la Baja Edad Media la Corona (Trastámaras) se alió con la nobleza, para gobernar amplios territorios, de ahí la formación de grandes señoríos laicos. Los condes de Lemos en El Bierzo, los condes de Bembibre, los condes de Luna en la montaña occidental leonesa (Laciana, Ribas del Sil, Babia, etc). Además, el monasterio de s. Andrés de Espinareda siguió teniendo posesiones y jurisdicción en localidades de Laciana y Ribas del Sil. Por cierto, el obispado de Oviedo contaba con el arcedianato de Babia, en el cual se integraban los arciprestazgos de Laciana, Babia, etc. Mientras que el obispado astorgano contaba el arciprestazgo limítrofe de Ribas del Sil (Páramo del Sil).
Los llamados Reyes Católicos derrotan la rebelión del conde de Lemos (1486) y ordenan el territorio berciano con la creación de la provincia, la compra de Ponferrada, el establecimiento del marquesado de Villafranca, etc. Con la fijación de los corregidores reales en Ponferrada, imponen su justicia ante la señorial. Recordemos las intervenciones de los corregidores reales en los territorios vecinos de La Maragatería, Galicia, Laciana (1555 y 1557 contra el conde Luna) y Babia (1536). Se trataba de aprovechar la presencia de estos oficiales para ejecutar las políticas reales en las comarcas periféricas. Los diversos censos fiscales de la Edad Moderna (siglos XVI al XVIII) delimitan la provincia berciana que incluye La Cabrera, La Somoza maragata (Luyego) y parte de Valdeorras (en la merindad de Aguiar), no así los concejos de Ribas del Sil de Suso y Yuso.
La creación de la provincia de Villafranca dio lugar a complejos debates territoriales. Al ser una provincia pequeña se procuró la anexión de territorios gallegos, casos de Valdeorras, A Veiga y O Bolo. Finalmente se optó por la incorporación de las comarcas de Valdeorras y Laciana (con Palacios y Páramo), y la zona luguesa del Visuña (Decreto de enero de 1822). La corta duración del Trienio liberal no permitió consolidar esta unión entre Laciana y El Bierzo. Tras la supresión de esta provincia berciana, se creó el partido administrativo de Ponferrada que conservó entre sus municipios el de Páramo, perdiendo los de Villablino y Palacios, así como los gallegos. A lo largo del siglo XIX hubo diversos proyectos de recuperar la provincia de El Bierzo que incluyeron Laciana (P. Madoz, F. Caballero, L. Mallada, etc).
Dejando de lado las divisiones administrativas, no podemos olvidar las relaciones comerciales que se establecieron entre Laciana y El Bierzo, por razón de sus ferias y mercados respectivos. Las relaciones religiosas están representadas por la atracción de las romerías (Carrasconte, Virgen de Las Nieves, etc). Además, la carretera paralela al río Sil permitía el intercambio de productos por los puertos de Leitariegos y Cerredo con Asturias. Más importante fue la creación del ferrocarril (MSP), que favoreció la salida del carbón a través de Ponferrada y el traslado de viajeros. Implicaciones sociales de este ferrocarril fueron la revolución de 1934, las huelgas mineras y la resistencia antifranquista, compartidas entre ambas comarcas.
En el siglo XX se aceleran los debates regionales. En la década de los 20 se propone la integración de los municipios de Villablino y Palacios en el partido judicial de Ponferrada (Diario oficial Palencia, abril de 1927). El Bierzo inicia un proceso de institucionalización con la creación del Consejo comarcal (1991), al cual se ha añadido el municipio de Palacios del Sil desde 2006. Por otra parte, el área sanitaria de El Bierzo integra a Villablino y Palacios del Sil. Curioso resulta que el distrito electoral de Ponferrada, en las elecciones a la Diputación provincial, esté formado por municipios de Laciana, Babia y Paredes. Además, Ponferrada se ha convertido en un centro urbano prestador de servicios para una amplia área funcional que comprende las comarcas de Valdeorras, La Cabrera y Laciana (Anuario de La Caixa, 2010).
Por todo ello, El Bierzo refuerza su territorialidad con la aprobación de la Comarca legal. Además hay un reconocimiento político de su trayectoria institucional (provincialismo histórico) y las singularidades (idioma gallego) en el propio Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Mientras asistimos a la disolución de las comarcas tradicionales por mor de la desindustrialización y la despoblación. Incluso ciertas políticas turísticas provinciales descomarcalizan. Así acontece con las campañas “Cuatro valles” y “Montañas del Teleno” de la Diputación leonesa. Todo parece indicar que la comarcalización secular tiende a diluirse en el provincialismo.
O Bierzo, novembro de 2021.