[LA PIMPINELA ESCARLATA] Lo inevitable
EDUARDO FERNÁNDEZ | Esta Pimpinela lo mismo hubiera podido titularse “otra ronda de préstamos municipales, que ya pagarán los de siempre”. Semejante querencia por incrementar el negocio bancario desde la izquierda era inevitable cuando la atenaza la galbana al ponerse a hacer unos buenos presupuestos y le da aún más pereza darle la paliza a los suyos para no tener que freír a impuestos a los vecinos de Ponferrada. Uf, entre molestar a Sánchez o apretar a los de aquí… no hay color. Así que nos acercamos a un fin de año con aire de que muchas cosas son inevitables en la política ponferradina, como una repetición en bucle de los castigos bíblicos. Los ilustrados del olegarismo, que alguno tendrá, aunque se empeñen en que parezca permanentemente lo contrario, no quieren quitar del todo la razón a Keynes. Este opinaba que lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir; pues no, aquí ocurre lo esperado y deviene inevitable: la salida keynesiana fácil, más crédito y deuda pública, que ya vendrá detrás quien tenga que pagar.
Quiero pensar que los concejales del equipo de gobierno no querrían aplicar semejante receta financiera con sus propios retoños de familia y que no les vayan a dejar enfangados con deudas hasta que alcancen la jubilación, mira, nene, a pagar el crédito que voy a pedir en cómodos plazos durante treinta años. Y ya verás qué bonito banco de madera con estaribel adosado voy a ponerte delante de casa, para que nadie se siente a vernos. Vamo a ve, shaval, si no lo pones delante de tu casa, para qué lo pones en mitad de un puente en el que nadie se sentará para contemplar lo que se puede ver mejor desde cualquier otro lado, sea castillo, río, concejal o ninot indultat. Para qué te gastas la pasta de todos en semejante tropelía medioambiental, que está hecha de madera, que estaría mejor creciendo verde y despepitada en cualquier bosque berciano. Pues nada, para esos gastos, estos tributos. Si ya los romanos dejaron un grafiti en las Médulas Ubi Olegarius, ibi fiscus, que viene a ser, donde te trinca este alcalde, aldabonazo de tributo que te crio. Lo que me lleva a preguntarme por medio de qué retorcido mecanismo mental uno elude el remordimiento por hacer a la sociedad lo que no quiere hacer con los suyos propios, que es dejarles un marrón a pagar hasta que Ponferrada baje de los 50.000 habitantes, que al paso que va este promoviendo la pérdida de población tampoco será muy tarde.
Pues nada que termina el año con todo lo inevitable. A saber:
- Que se haya creado un Virreinato de la Tebaida con más enjundia que el de Nueva España y el Perú juntos, pero de los dos millones de euros de inversión que anunció Olegario en 2019, nada de nada. Y ya pasó 2019, 2020 y 2021.
- Que los estrategas estratégicos del plan estratégico municipal han decidido estratégicamente pedir un préstamo municipal por 3,8 millones de euros. Lo que viene a ser una sorpresa, porque nunca que gobernaban los socialistas había crecido la deuda pública a la vez que gasto en cosas innecesarias. Al fin y al cabo, incrementar las dedicaciones exclusivas y poner ese banco frente al castillo era más necesario que asfaltar los pueblos y quitar fibrocemento del agua que beben los ponferradinos.
- Que se líen con la next generation y se olviden de la current generation (sólo los que aprueban inglés por los pelos dicen present, o sea, que para ellos, present generation).
- Desatender los pueblos y los barrios en el presupuesto.
- Decir que los atienden y tenerlos con más baches que cráteres hay en la luna.
- Incumplir el mandato de convocar al pleno de presupuestos a todos los pedáneos, pero a todos, todos, y no sólo a los que sacan a pasear frente al ayuntamiento el día más oportuno para callarse. Y ya puestos, incumplir la ley y no proporcionarles toda la documentación desde el momento de la convocatoria del pleno.
- Aprobar el presupuesto al equipo de gobierno y decir que no tienes ningún tipo de acuerdo tácito con ellos.
- Cargarte a otro ministro gafándolo, que el pobre de Universidades estaba liquidado desde que vino a abrazarse al alcalde. Ábalos, Rodríguez Uribes y Castells es un récord amortizando ministros izquierdistas del que ya quisieran aprender Pablo Casado y Abascal.
- Decir que, si eso, ya para este año toca la modernización, porque los dos anteriores has estado tocándote la barriga en el Ayuntamiento y no has tenido tiempo para modernizar nada, ni nada te ha modernizado a ti.
- Y el clásico más clásico que el plan estratégico va a solucionar, terminar el año perdiendo habitantes tu ciudad.
Hala, Feliz Año a todos, y a sobrevivir a lo inevitable.