[PÍLDORAS de VERANO] La culpa tranquila bajo la nieve imaginaria
Nos achacan algunos amables lectores, y lectoras, una incontestable vagancia que al parecer les priva de un supuesto disfrute al que por lo visto se habían acostumbrado. Pero estamos en verano, piensen que incluso Sánchez retrasa la negociación para formar Gobierno hasta mediados de agosto. Así que podemos seguir preguntándonos ¿Hasta cuándo, Pedro y Pablo, abusaréis de nuestra paciencia?
El reparto de la culpa tras el fiasco de la investidura deja las cosas como estaban. Según Invymark: el 46% de españoles culpan al PSOE de la investidura fallida, el 37% a Podemos y, a mayor abundamiento, La encuesta de La Sexta coincide con el CIS: Sánchez volvería a ganar las elecciones. Se habla mucho de un pacto a la portuguesa, pero ya habrá quien este pensando en sus consecuencias futuras después de leer El PS a un escaño de la absoluta, los animalistas quinta fuerza con 9 escaños. Tendríamos que preguntarle a Iván Redondo, el hombre detrás de Pedro Sánchez.
Parece que el decano está empeñado en poner otra vez de actualidad el Morredero. Allá quien haga caso a sus fabulaciones
Por aquí estamos con La «renovación tranquila» del PP busca su «nueva andadura» de la mano de Génova, en la que Marco Morala sigue escalando posiciones. También nos cuentan que El PP de San Andrés renueva su junta local tras las últimas elecciones. ¿Y la de Ponferrada para cuándo? En la otra acera política, se confirma que Morán designa como vicepresidente de la Diputación para el Bierzo al alcalde de Igüeña, como ya profetizamos aquí el día de la investidura del presidente. Y en Cacabelos continúa el culebrón. Como también les habíamos adelantado, Advierten de un pacto entre PSOE y PP en Cacabelos (León) para aprobar los sueldos del equipo de Gobierno.
Parece que el decano está empeñado, de la mano del cipayo juntaletras travestido en ama de llaves, en poner otra vez de actualidad el Morredero. Allá quien haga caso a sus fabulaciones. Lo que la información esconde les dará unas cuantas pistas sobre lo absurdo e inconsistente del proyecto. Ahora ya nadie se atreve a hablar de nieve –todavía resuena una de aquellas impagables perlas llenas de irónico sentido común que nos legó Laudino García: «Vamos a llevar la nieve en capazos desde el Catoute»– y ni siquiera a repetir aquella majadería de La estación de montaña El Morredero creará cerca de un millar de empleos.