[TRIBUNA] Política, elecciones y una propuesta: El poder popular leonés
JORGE ALLER | La política se nos presenta como un teatro de trileros donde van apareciendo caras, debates interminables sin profundidad, y grescas entre actores y siglas, mientras hay problemas y conflictos que sufrimos que siguen sin resolver, responsabilidades sin depurar, leyes cambiantes e injustas y decisiones represivas que se nos presentan por mandato. Solo hace falta ver lo que acaba de suceder la pasada semana; el adelanto de las elecciones de la Junta de CyL, para entender como delegamos continuamente la esfera política, con las graves consecuencias que ello nos trae, en manos de políticos que no representan los intereses de clases populares, en este caso ni leonesas ni castellanas.
Es la política entendida desde la “profesionalidad” y desde los intereses de los mandatarios que representan en última instancia los intereses de una sola clase social. Una estructura que nos priva al pueblo de toda intervención activa. Somos meros espectadores/as de un reality show esperpéntico. Carecemos de canales abiertos, populares y radicalmente democráticos de gestión. Ante este panorama, desde la izquierda transformadora su apuesta histórica fue y es entender la política desde una posición colectiva asentada en la igualdad, en la justicia social y en los derechos políticos y civiles. De hecho, queda cada vez mas reflejada la necesidad de construir una sociedad arraigada en esos valores para avanzar socialmente, basada en la construcción de un poder popular y soberano que sostenga una política racional, debata libremente, intervenga activamente para poner fin a los problemas, y represente los intereses colectivos, los de la gran mayoría. Es decir los del pueblo trabajador. De esta manera el malestar, la confusión y desapego que sentimos por lo que se entiende como “política”, lo convertiríamos en respuestas organizadas y objetivas ante el escalabro casi civilizatorio que estamos viviendo.
En nuestro contexto mas cercano esta idea de construir otra política supondría caminar hacía la construcción de una nueva visión, basada en el poder popular leonés para poder intervenir, un león que no ruja solo cuando esté ante el abismo, que se ponga manos a la obra ante el gran reto que es hacerse dueño de su propio futuro. Porque delegar el presente y futuro del País Leonés a unos partidos políticos ajenos-centralistas y con intereses contrarios a los nuestros, nos niega diariamente el derecho a existir. Solo hay que recordar que tras ese último rugido popular leonés que se tradujo en la “la mesa por León” donde no había ni sillas donde sentarse para toda la serie de supuestos representantes nuestros que se querían hacer la foto ese día. Se esfumó con el paso del tiempo sin importarles nada,otro teatrillo mas que no produce cambios estructurales, mientras la situación que seguimos en el País Llionés borda el exterminio.
Ante este panorama desolador, ¿por donde empezar para desarrollar ese poder popular?
Debemos analizar colectivamente y de manera profunda una ristra interminable de conflictos, problemas y situaciones que nos afectan desde El Bierzo-León, Salamanca y pasando por Zamora; como pueden ser la despoblación, envejecimiento, la falta de trabajo, el machismo y la opresión de la mujer, el expolio y extractivismo de nuestros recursos, la emigración forzada, el encarecimiento de luz, combustibles y productos básicos… y un largo etc que compondría la necesaria estructura teórica y discursiva para asentar porque necesitamos caminar con lentitud pero con decisión hacía la soberanía y la transformación social en el País Leonés. Poniendo nuestro granito de arena en nuestra escala mas cercana, a la transformación tan necesaria del mundo en el que vivimos. Decidir sobre nuestra vida colectiva, eso significa la palabra soberanía, que lo que pase aquí lo decidamos aquí y que tengamos las herramientas efectivas para poder resolver nuestros problemas mas acuciantes. Este marco teórico asentaría el objetivo fundamental del leonesismo de izquierdas soberanista: construir ese poder popular leonés para ir alcanzando la soberanía.
A día de hoy el principal sujeto de este leonesismo soberanista de izquierda es Agora País Llionés, la semana pasada publicó un manifiesto llamado “Por la autonomía del País Leonés” “De la autonomía a la liberación social” que coloca encima de la mesa dos aspectos fundamentales; El primero el porqué es tan urgente seguir luchando por la autonomía leonesa hasta conseguirla y el segundo la necesidad de cambiar la política actual por otra en base a los intereses de las clases populares leonesas. Concluyendo que la autonomía no arreglaría nuestro presente por arte de magia, sino que sería el primer paso que asentaría nuestra capacidad de ir conquistando victorias. Otra cosa no, pero el pueblo leonés necesitamos adquirir confianza, esperanza y fortalezas. Esta apuesta no es algo “idealista” “novedoso” ni “moderno”, pero si antagónica, ya que supone un cambio absoluto en el paradigma actual. Es un primer paso, a modo de propuesta, ir forjando otro modelo de gestión de la vida colectiva leonesa, que no deja de ser en esencia la idea de la política misma, gestionar el común.
Para construir este poder popular leonés, lo primero es asentar esa base teórica, que Agora elabora humildemente desde hace años, que nos ayude a comprender la realidad, de lo universal a lo concreto, luego hacer una agenda propia que dote al leonesismo de una estrategia para decidir donde poner sus esfuerzos y energías, luego dotarse de una estructura popular donde prime la autocrítica y el compromiso. Ese proceso diríamos que ya comenzó en el País Leonés, tímido y débil todavía, pero a la par integral, ya que vemos una labor fundamental para construir ese marco de entendimiento en todas esas asociaciones políticas, culturales, lingüísticas, económicas o sociales que existen en el País Leonés. Que en diferentes esferas; desde la política, hasta la cultural pasando por la económica, construyen esa sociedad leonesa que avanza y analiza el conflicto en el que vivimos. Es nuestro deber aplaudir su labor y que entre todas construyamos un movimiento con mas capacidades y autocrítica.
Para cerrar, y a modo de conclusión, tras la situación bochornosa y la riña entre “socios” de gobierno, se convocaron elecciones el próximo día 13 de Febrero. Esa llamada a las urnas es justamente la esencia misma de la política profesional, esa que hemos puesto en duda en este artículo. Aún así, será una cita clave tanto para esas clases populares leonesas y nuestras vecinas castellanas de colocar nuestras reclamaciones, nuestros problemas mas acuciantes en primera línea, en el País Leonés UPL será la fuerza que aglutine la lucha por la autonomía, a falta de un partido de izquierda soberanista leonés, será la única opción de voto que confronte en parte con la política de la Junta, pero que el debate de siglas no tape el desgarro que estamos viviendo. Que no nos entre el azogue o pongamos todas nuestras esperanzas unicamente en depositar un voto. El pueblo trabajador leonés no puede olvidar que nuestra tarea de vida o muerte va mas allá del próximo 13 de Febrero. Entre todos/as con calma y buena letra hacía la autonomía y por la construcción de ese poder popular leonés.