[LA CAMPAÑA DEL RIF] Bambi chochea
AB EL-KAIN |Este hombre tiene que hacérselo mirar rápidamente, algo le está pasando que no es normal. Igual es que nunca debió abandonar su Misisipi-Bernesga para complicarse la vida dedicándose a ser estadista. Las cosas es mejor cogerlas a tiempo; seguro que tiene un amigo que tiene un cuñado al que le da clase de pádel un argentino que es primo carnal de un psicoanalista muy reputado que vive en su barrio. Ese y no otro es el camino.
El caso es que algo le pasa, sea porque Moratinos aún lo sigue atormentando con la matraca de la Alianza de Civilizaciones, o que Delcy amenaza con explicar el exceso de equipaje que no casaba con su fresco look caribeño, o bien porque no se atreve a delatarse yendo al quiosco de la esquina a comprase unos cómics cuando escribió un ensayo sobre Borges.
En la primera ocasión que le dejó Maduro y sus revoluciones se quitó el chándal tricolor chavista, se puso chaqueta armada de Reillo y vino al Bierzo a pastorear aborígenes con Tambor y sus fieles de Camponaraya al frente. No obstante, lo dicho, algo le pasa que tiene delirios y confunde la realidad con su discurso.
Está en todo su derecho a venir cuando le dé la gana, faltaría más, como los demás estamos en el nuestro de decir lo que creamos oportuno. En todo caso lo apropiado es que hubiera venido con sayón peregrino y sandalias franciscanas, que era el indumento adecuado para pedir perdón a los bercianos.
Así llegó, humillado y arrepentido, a extramuros del Castillo de Canossa Enrique IV, a pedir perdón al Papa. Zapatero no habría cumplido con menos al haber infligido males irreparables a los ciudadanos que lo promocionaron. Nadie ha hecho más mal a esta tierra en menos tiempo, ni siquiera Fernando VII y el Conde de Lemos que juntos no le llegan a la suela de los zapatos.
Ya sé que tiene un club de fans que lo adoran. Es normal en el Bierzo tiene partidarios hasta la UPL, como los tiene en Camboya Pol Pot aunque esté muerto, y el mismo Chiquiliquatre cuenta con más de un admirador tocando el violonchelo en orquestas filarmónicas.
Hay que despojar al personaje de afectos y cercanías, también de los aciertos que ya se los reconocen, y enfrentarlo a pelo con las puñaladas traperas que asestó a los bercianos sin inmutarse. Él y solo él era el Presidente de Gobierno que no tuvo los arrestos ni la sensibilidad de echarnos una mano para no caer en el pozo.
Y por favor, que no venga con el truco del almendruco de los informes técnicos, la disculpa con que se perpetran las mayores injusticias. Bono con mucho menos poder que él, hizo dar una gigantesca curva al AVE para llevarlo a Cuenca, pero en cambio Zapatero nos quitó el que nos pasaba por delante y hoy pasa a una legua de Portugal y a una eternidad de Villafranca.
Sin ánimo de flagelarse y sin vestimenta penitente, se dedicó a predicar unas homilías celestiales a los parroquianos que nos obligan a volver a hacernos la pregunta de las preguntas, esa que creíamos olvidada y sigue siendo un misterio insondable ¿Cómo es que este hombre llegó donde llegó?
La incógnita es a qué ha venido Zapatero, en este aterrizaje sin sustancia. Viene de fin de semana o llega con la misión de allanar el camino y blanquear por anticipado la canallada ambiental que nos reservan sus correligionarios. Por qué no dijo nada de la chatarrería renovable con la que nos quiere inundar Endesa, la empresa de nuestro corazón que él regaló a la ingratitud italiana.
En esa inquietante sonrisa que evolucionó de emoticono a Joker maléfico, está recogida la biografía dual de este lobo con piel de cordero. Con la antigua se benefició de la comprensión de los medios que lo tenían calado y lo llamaban Bambi, y con la nueva, sin ingenuidades pero carente de calado, se las arregló para montarlas pardas.
No quedó claro si el que volvió es Bambi o Joker, cierto que llegó con modos del cervatillo para hacer lo que mejor se le da, que es soltar tonterías de una ramplonería preocupante. El caso que tanta candidez mosquea y temo que pinten bastos, demasiado idílico todo sabiendo como sabe que sus comandos operativos planean devastar ambientalmente el territorio.
Zapatero apostó por el progreso rural, usó la terminología tecnócrata-franquista Polos de Desarrollo, basado en desplazar los Organismos Autónomos de la Administración General del Estado de las ciudades al campo; una solemne majadería que en su boca adquiere tintes oníricos porque este señor, que vende la mercancía trucada a las gentes, ha sido Presidente Constitucional del Gobierno de España.
Es genial. El Fondo de Garantía Salarial para Berlanga; El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial a Cadafresnas; El Centro de Investigaciones Sociológicas a Borrenes; A San Fiz do Seo, El Consejo Superior de Deportes; Instituto Nacional de Estadística a Porcarizas, y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social a San Facundo. ¿Es esto de lo que habló Zapatero? Es que si no lo es, sacar otra conclusión de sus doctas palabras es imposible.
Quiso poner como ejemplo de su visión precursora a la Ciuden, y claro como en esto no desvaría en futuro sino en pasado se le pilla con el carrito de los helados. No es el mejor ejemplo por su rotundo fracaso, han sido incapaces de gestionarlo sin evidenciar la más absoluta incompetencia y, lo que es peor, sin caer en el más sectario de los nepotismos.
No acabó ahí, puesto a largar le echó la culpa de su fracaso al Partido Popular que ya son ganas de enredar. Los acusó de meterla en un cajón y dejarla prácticamente disuelta. Lo que se calla es que cuando la traspasaron estaba malherida, aunque el PP no le dio importancia tampoco se la cargó.
Su gobierno no inventó la Ciuden, todos saben quién lo hizo años antes de que él se instalara en la Moncloa. En cambio sí reconoció que fundieron 200 MM de euros (más de treinta y tres mil millones de pesetas) en nada que haya tenido utilidad para la humanidad, ni para la ciencia, ni para la nación. Algo que no es precisamente para jactarse sino más bien para sonrojarse, un grave problema de percepción.
Lo dicho, Bambi chochea.