[LA CAMPAÑA DEL RIF] Mañueco diabólico y manso Tudanca
AB EL-KAIN | La raza bovina tudanca que pace al norte de Burgos es grisácea y de boca blanca, comprobado. También inteligente y de carácter vivo, que no nos consta. Además de austera, dura, rústica y resistente, que Dios coja confesado a Mañueco. Singularidades a tener muy en cuenta; alivia saber que los expertos fuera del entorno cántabro-castellano no le ven recorrido.
El mañueco Chucky ya no es el mismo desde que se trasplantó párpados para esconder sus ojos inquietantes, ahora va de suave autorizando procesiones. Dicen quienes le conocen que lo que más teme es toparse con Igea en un barbecho, y para evitar la pelea le deja adjudicarse todos los triunfos de la baraja que él rompió temprano y con mascarilla.
Hay elecciones en la región más extensa de Europa, un hecho, y en la más corrupta, una presunción, no hay gobierno ni oposición que tras treinta y cinco años de satrapía permanezcan incólumes. La prueba del algodón es la innombrable teleconvicta de la que uno elude hablar y al otro le han tapado la boca.
La pregunta ¿a qué presidente vamos a dejar que nos sodomice, cuando los candidatos nos andan encandilando con las mismas promesas de idílicas praderas fotovoltaicas, bucólicos bosques giratorios y turísticos naufragios de chapapotes renovables? Lo más fácil sería elegir entre lo malo y lo peor que ya dábamos por descontado, pero no, la cosa es más complicada.
Hay que decidir entre un burgalés sin gracia y un charro sin un mariachi, que ya es el colmo. No procede reclamarles simpatía siendo como son de una cuenca poco feraz en risas, y si alguno ha brotado y destaca espléndido, tiene truco de origen porque es de cosecha ajena y atiende por Harlem.
Tampoco es que los que por allí dejaron huella sean la alegría de la huerta, el Mio Cid de las Juras de Santa Gadea que al buen rey ponen espanto, y el bravo pastor lusitano Viriato al que solo doblegaron 20.000 libios y un asesinato; pero claro, esos fulanos además de la épica, la película de Charlton Heston y el cuadro de Madrazo, tenían la talla y los bemoles que a estos sin sustancia ni se les supone.
Debemos aceptar que entre limitados anda el juego, y no físicos como Millán Astray o Blas de Lezo que lo eran por batallas no por genética. Pero nuestro futuro está en sus manos y es importante no olvidar con quién nos jugamos los cuartos: gente de plantilla, ansiosos de medrar en el sí bwana orgánico y dispuestos a recibir un bonus extra por joder a los bercianos.
La sospecha es que igual lo hacen complacidos. Nada peor que el ordinary people presto a machacar a sus iguales; podían haber tenido el detalle de encargar el ecocidio a ilustrados que abrieran un debate. Así con Luis o Fernando, decae tanto el nivel que no habrá un interlocutor potable que frene los bulldozers cuando vengan a explanar las Médulas para instalar un macro parque.
La competición por patrocinar la mayor gamberrada está reñida, en cambio llegan con el mismo mandato de convencernos que la mierda es un merengue. Y mira que son generosos que nos la regalan con la sola condición de que la traguemos sin rechistar; así da gusto, son las ventajas de tratar con la gente de orden.
Cada cual su estilo, uno con el pastoreo eólico voltaico extensivo que fertilizará con chatarra los campos, valles y sierras, y el otro estabulando toxicidades en sus macro granjas vertederos. Es un honor resultar premiados con ser carne de cañón y rescatarnos de la ruralidad para empacharnos con los neumáticos, baterías, palas, eucaliptus y plásticos de cualquier hijo de puta.
Un gran mérito atraer al Bierzo a los promotores de actividades de las que repugnan en otros emplazamientos. Esta siempre ha sido tierra de acogida y ya iba siendo hora de internacionalizarse; si vamos a ser el gran basurero del futuro que lo seamos a tope con dos huevos y sin restricciones, que la devastación fluya coño.
A ver si hay suerte y no empiezan a surgir como setas ecolojetas oportunistas, antisistemas resentidos, poetas sociales, burgueses románticos, comunistas aviesos, patriotas botilleros, anarquistas organizados, periodistas amargados y jueces tocapelotas a poner en riesgo el sueño apocalíptico del Tudanca y el Mañueco.
Aquí no se elige solo al Presidente de la Castilla dominadora y del León amaestrado, se decide sobre todo el nombre del verdugo que va a ejecutar un crimen ambiental histórico.