[LA CAMPAÑA DEL RIF] El desastre
AB EL-KAIN | Soria, 89.752 habitantes, Soria Ya, tres procuradores; El Bierzo 121.101 habitantes, El Bierzo-Desiste, cero procuradores y cinco gaiteros. VOX entra fuerte, UPL más suave, Podemos se difumina, y Ciudadanos se diluye. Treinta y un municipios del Bierzo han expresado en las urnas su gratitud mayoritaria al PSOE por quitarnos el AVE y liquidar la minería sin alternativas, y los otros siete al PP por su celo en deforestarnos y contaminarnos.
Estos son los resultados. Ahora les contaremos lo que subyace tras este desastre sin paliativos consagrado con las papeletas que han metido en las urnas los bercianos. No es nuevo, viene pasando exactamente lo que se presagió en aquellos días de la transición cuando nos metieron en este engendro político y administrativo de Castilla y León, desde entonces todo ha venido rodado.
Estaba cantado. Sucedió muy pronto que tanto el Partido Socialista como el Partido Popular descubrieron que sus marcas hegemónicas podían a engatusar, con prebendas, a paisanos nuestros para que ejercieran de capataces y mastines a cambio de mantener a raya las aspiraciones históricas del Bierzo y acallar sus reivindicaciones.
Apalancaron la jugada disuasoria con el regalo inesperado de una pintoresca formación, a la que dieron todo el cuartel para hacer de esclusa ante la probable eclosión de una opción regionalista seria, aprovechándose del desprestigio que esa alternativa marioneta y descerebrada proyectaba sobre el bercianismo político.
Consecuencia directa de esa barra libre patrocinada desde fuera fue la corrupción que se enquistó dentro; todo el mundo sabía que existía pero nadie denunciaba a sabiendas que no llegaría a ningún sitio. Las secuelas que padecemos son típicas de esa lacra: ruina, desmantelamiento, despoblación, desesperanza, envejecimiento, resignación… y en eso estamos.
Todo cuadraba con la tragedia, todo menos que las victimas fueran a agradecerles a los verdugos que los hayan puesto en la picota. Lo preocupante del teñido electoral rojo y azul en los municipios bercianos no es lo hecho, que hecho está, sino lo que viene que pone los pelos de punta; con este aval masivo que se les ha dado pronto sabremos los bercianos lo que vale un peine.
Claro que la gente se equivoca cuando vota, y en este caso de una manera clamorosa. Que dejen de intoxicar con esa boutade de que el pueblo siempre tiene razón; Hitler fue elegido en las urnas. Otra cosa es que los canallas a quienes votan les hayan secuestrado una información previa, veraz, independiente y contrastada del asunto crítico que callaron en la campaña y va a afectar a sus vidas.
Despido estas crónicas de Campaña, reiterándome en la anterior. Si a algo se puede asemejar el Bierzo, y más tras el desembarco y el desastre, es a un Protectorado. Un Monarca en la Corona, un Alto Comisariado en Valladolid, una Delegación de Asuntos Indígenas en León, un Jalifa en el Consejo Comarcal, y un Plan de Devastación en marcha. Ahora todos atentos para aplaudir al que mande.