[TRIBUNA] Después de la resaca, el análisis
MANUEL DE LA FUENTE | Las elecciones celebradas el día 13 de febrero en Castilla y León suponen un antes y un después en lo que puede ser el gobierno de la región. Según los análisis de los dos partidos mayoritarios, parece como si los dos hubieran ganado, pero por lo sucedido el triunfador de estas elecciones ha sido VOX.
Les guste o no, el bipartidismo ha quedado muy tocado y sus muletillas o pequeños partidos de apoyo municipal al borde del precipicio y la desaparición. Después de estos resultados deben hacer un profundo análisis y una gran reflexión. Su afán de solo atender a las grandes ciudades olvidándose de las zonas rurales vaciadas, de la periferia, de los más débiles y necesitados que, desde hace bastante tiempo, han desatendido y abandonado, ha propiciado el que estos habitantes abandonados y faltos de la calidad de vida que poseen algunas de las grandes ciudades se hayan visto desesperados y forzados a buscar otras alternativas y horizontes para que les resuelvan sus problemas. Cansados y engañados, han huido del discurso demagógico, de las mentiras y de las promesas incumplidas. Esta inacción ha alimentado y de qué manera a la extrema derecha representada por VOX que, con un discurso xenófobo y racista, ha tenido que trabajar muy poco para llevar a su terreno a estos ciudadanos hartos y olvidados.
El bipartidismo ha perdido el norte político, preocupándose más de teñir de rojo o azul sus municipios que de bajar a la arena de los territorios abandonados y las consecuencias de todo ello aquí las tenemos. En la noche del triunfo la extrema derecha ya pedía la Vicepresidencia de la Junta de Castilla y León, hoy ya piden la presidencia de las Cortes, pedirán también la derogación de leyes como la de violencia de género, memoria histórica, la de la comarca del Bierzo, supresión de las autonomías, etc., porque la extrema derecha aboga por el centralismo para controlar todo desde Madrid, no les importan ni las autonomías, ni el pluralismo político, quieren retroceder al siglo XIX.
El bipartidismo creía que con la alternancia política en los gobiernos de turno estaba todo resuelto y se olvidaron de lo más importante, como es el resolver los graves problemas de abandono que sufren desde hace décadas los territorios. Pensaron que con las promesas que nunca llegaron a cumplir ya habían resuelto el expediente, pero se equivocaron, los ciudadanos ya no creen en los santos inocentes ni comulgan con ruedas de molino, y este es el resultado final.
- Manuel de la Fuente Castro es concejal no adscrito del Ayuntamiento de Ponferrada.