[TRIBUNA 8-M] El Ayuntamiento de Ponferrada, sin plan de igualdad
LIDIA COCA | No cabe mayor hipocresía en la defensa de las mujeres que igualar al agresor con las agredidas, que negar a otras mujeres lo que pedimos para las nuestras, que mirar para otro lado por intereses partidistas.
Quiero empezar este año recordando a las mujeres y las niñas ucranianas, como todos los ucranianos víctimas inocentes en un conflicto que no han empezado y que no alimentan. No se puede igualar ni en la responsabilidad ni en el dolor al agresor y a las agredidas, vale para la vida en general y para la guerra de Ucrania en particular. Vemos imágenes desgarradoras de mujeres y niñas obligadas a abandonar sus hogares, sus vidas, sus anhelos y sus expectativas; mujeres y niñas con un súbito futuro incierto, arrancadas de sus familias; mujeres y niñas asesinadas en sus casas o intentando poner a sus familias a salvo. Decir simplemente no a la guerra es no reconocer su sufrimiento y su inocencia; hay que decir no a la guerra de Putin y además poner medios para pararla, para salvar más mujeres y niñas; todo lo demás es una imperdonable hipocresía que en realidad esconde una equidistancia por problemas ideológicos que sería injustificable si miramos hacia dentro de las sociedades europeas.
Como hipocresía es también colgarse la medalla feminista únicamente cuando conviene y olvidarse de ella en el gobierno ordinario de las cosas de esta ciudad. Es inconcebible que a estas alturas se siga sin un plan de igualdad en una entidad como el ayuntamiento de Ponferrada, que da ocupación directa a cientos de trabajadores. Si eso ya para mejor ocasión o la culpa de todos los anteriores. Hace hoy un año reclamamos al Ayuntamiento un compromiso adicional, en forma de políticas efectivas y de presupuesto, con unas mujeres trabajadoras que estaban soportando gran parte del peso de la crisis de la pandemia. Como nada se ha hecho al respecto, volvemos hoy a exigirlo.
No podemos sino calificar como de gratuita cualquier afirmación sobre la inexistencia de desigualdades laborales por razón de género, cuando no se dispone del citado plan de igualdad, herramienta necesaria e imprescindible para un análisis correcto y justo para todos. Igual es que no se quiere averiguar para no avergonzarse más, pero así nunca se arreglarán situaciones de discriminación hacia la mujer.
Esto es particularmente importante cuando se refiere a colectivos y funciones altamente feminizadas dentro de la estructura de personal municipal. La conclusión indefectiblemente es la falta de sensibilidad ante las reclamaciones de las trabajadoras, negando cualquier discriminación sin el estudio mínimo de su situación, y utilizando como único argumento la negación por defecto. Hablamos además de unas trabajadoras sociales que trabajan con personas. Y con personas con problemas, en situación de vulnerabilidad en nuestro municipio, por lo que deberían tener todo el reconocimiento y eso no se hace simplemente con palabras, sino con unos hechos que le siguen faltando a este equipo de gobierno. Llevan tres años de retraso para pasar de las etiquetas y los eslóganes a los logros reales y así nos va en Ponferrada.
- Lidia Coca es concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada.