[LA PIMPINELA ESCARLATA] La conspiración que no existió
EDUARDO FERNÁNDEZ | Nunca he entendido la incomprensible propensión del personal a coger para ellos lo que en ningún caso iba con ellos. Ya bastante cansino es despachar lo que expresamente pone a uno a caldo como para preocuparse de las bofetadas que vuelan sin saber si van contigo o no. Por ejemplo, si oigo que en Ponferrada hay un gordo tonto, jamás se me ocurriría pensar que va conmigo. Yo siempre pensaría que soy el gordo listísimo, guapetón, rubio y con trenzas, como Obelix. La última pimpinela suscitó alguna suspicacia, porque parece que la estrella rutilante de Casero, el del lío de la votación de la reforma laboral, tiene más amigos que un tiktoker de éxito; ya veremos después del congreso nacional del PP. En esa amistad parecen haber coincidido varios, como yo en lo de ser gordo gordo. Pero la segunda parte de la ecuación iba y sigue yendo, por algunos de aquí. Ahí es donde tiene cada lector que considerar si le va la segunda parte de la proposición, como lo de tonto. Y no es el caso.
También es verdad que, a veces creo al escribir que todo el mundo está en el secreto de los guiños que se hacen; y no. Hace falta un traductor berciano-leonés. O un ejemplo. Hay un buen grupo de gente del PP mosqueada con eso de que “si aquí en León hubiera habido buenos políticos durante las dos últimas décadas”. No es de extrañar, cuando muchos de los políticos que en las dos últimas décadas han tenido las principales responsabilidades de gobierno han (hemos) sido del PP. Yo ya sé que no iba por mí, porque me aplico el cuento de lo que acabo de decir. Tengo la ventaja de estar dispuesto a comparar con quien sea hojas de servicio en votos y sitios ganados y gobernados en mis respectivas responsabilidades públicas y orgánicas. Vamos, que ya quisieran algunos al ganar tener el respaldo que otros hemos tenido al perder, que diría mi amigo Luis Aznar. De modo que, si no va por mí y por Luis, que no va, quiénes son los que al frente del ayuntamiento y la diputación tenían que haber pedido más, logrado más, sido mejores políticos. Pues la respuesta es fastidiada, porque en la diputación saquen la cuenta de en cuántos años de esas dos décadas ha habido presidente o presidenta del PP al frente y cuántos del PSOE, lo mismo en los ayuntamientos de León o Ponferrada. Luego la gente, que es muy suya y muy susceptible, no como yo, cree que primero hay que empatar para decir frases así de rotundas.
Pero si en dos décadas han faltado mejores políticos, algo en lo que yo estoy completamente de acuerdo, lo primero por conocerme a mí mismo, habrá que considerar si los de ahora consiguen mejorar, en todos los partidos e instituciones, a los de antes. Quiero creer que sí. Por eso no hace falta mirar atrás y que no vuelva nadie de los que nos hemos ido.
En el PP se van frustrando expectativas de regresos sonoros de apellidos que, habiendo sido generadores del problema, no pueden convertirse en parte de la solución que ese partido necesita, también en Ponferrada, que no hay más que ver la intención de voto para darse cuenta de lo crudo del panorama. Ahora resulta que nadie quería quitar a Morala, que nadie tenía candidato alternativo y que nadie alardea por la calle, espacio único posible a falta de debate orgánico e institucional, que no está abierto, de colocar amigos o parientes en las próximas listas municipales. Por ese camino, las listas de la inanición. Nadie quería poner al hijo de nadie, pero el hijo en cuestión llamó a los concejales de Morala para decir que él no quería estar en la operación, y que eran otros los que le metían. Pero vamos, resulta que con el suicidio de los casadistas, todo era una ensoñación. Pues, en resumen:
1.- el asunto no va con la dirección actual provincial del PP, ni presidente, ni secretario, ni coordinadora, que bastante tendrán con levantar el partido y centrarse en eso con los nuevos aires que vienen de Galicia.
2.- la operación que no existía, existía, y con la discreción del personal, el primero en enterarse, Morala; el segundo, el resto del universo mundo. Porque este personal, cuando le pillan, no es como 007 y empieza a cantar de plano que la reina le había mandado matar a alguien. Y que otros buscan nuevo candidato del PP para facilitar desembarcos inconfesables en las listas.
3.- a los que defendemos la iniciativa privada y el libre mercado, que haya quien se dedique a hacer negocios, bebestibles, bailables o de cualquier especie, nos parece requetebién; no obstante, en atención a pasadas experiencias mundiales y ponferradinas, normalmente cuando se quiere hacer desde la instancia pública, el negocio se convierte en negociete, el amigo en amiguete y a estas alturas de la película de tanta hartura ciudadana, mejor no mezclar esos mundos.
4.- no me olvido, era inevitable. Foto del alcalde con el programa Mejor contigo de TVE y pasa lo que pasa, que el ente público lo cancela a los cinco meses de empezar y lo sustituye por otro al terminar febrero. Hay quien cree que solo con una foto de estas se puede parar a Putin.