[A REXOUBA] El pacto de Ulibarri
A tenor del comportamiento en estos primeros días de campaña de los medios de comunicación que controla, están muy claras las preferencias del múltiple imputado para el gobierno municipal de Ponferrada.
Al dueño del decano de la prensa leonesa, copropietario de la televisión regional privada que pagamos como pública y de la concesionaria del servicio de autobuses urbanos de Ponferada —con intereses también en el contrato de la basura, según se desprende de las grabaciones policiales de la trama Púnica— parece que le hace tilín un pacto entre el PP, Ciudadanos y USE.
Después de vetarlo hace cuatro años como candidato popular, con la vergonzosa connivencia de Juan Vicente Herrera como cooperador necesario, Ulibarri hace de tripas corazón y ve en Marco Morala el mal menor ante la fundada sospecha de que una victoria de la izquierda podría poner en peligro sus intereses en la ciudad que antaño manejó a su antojo obteniendo abundantes concesiones de obras y servicios que le reportaron pingües beneficios.
Naturalmente, el empresario —pendiente todavía del juicio por la pieza separada de la Gürtel de Boadilla del Monte y del desenlace del sumario de la Púnica— cuenta con que su protegido Samuel Folgueral, que tantos favores le hizo en su afortunadamente corta etapa como alcalde, secunde esta operación para la que sería imprescindible un tercer apoyo. Y más que en su amigo confeso Pedro Muñoz parece que estaría pensando en Ciudadanos, partido al que también se extienden sus tentáculos.