[A REXOUBA] Los enredos de Folgueral
Condenado a cuatro años de ostracismo e irrelevancia por su estrepitoso fracaso en las urnas el 26 de mayo, el exalcalde no adscrito intenta a la desesperada asomar la cabeza en el escenario político.
A Samuel Folgueral le faltó tiempo para pasar la factura de su apoyo a la investidura de Gerardo Álvarez Courel como presidente del Consejo Comarcal del Bierzo. Y le tocó la pedrea. No ha faltado quien interprete en los mentideros políticos locales, huérfanos de rumores que llevarse a la boca en pleno agosto, su nombramiento como representante en la asamblea de Asodebi –tanto empeño incita a sospechar que de algo de su interés se enterará allí– como una maniobra de acercamiento a su antiguo partido.
Como muñidor de esa supuesta operación que culminaría con su vuelta al PSOE se señala directamente al eurodiputado y miembro de la ejecutiva federal Ibán García del Blanco, denostado por el socialismo leonés y salvado in extremis por Pedro Sánchez. No sería la primera vez que lo intenta, pero siempre ha pinchado en hueso y no parece que esta vez fuese a conseguir mejores resultados.
El regreso a la disciplina socialista del líder de ese partido (o lo que sea) bautizado como USE se antoja imposible. Son muchos los que no olvidan su traición ejecutada con premeditación, alevosía y reiteración. Aparte del pequeño detalle de que continúa imputado por el caso del Mundial de Ciclismo. Y, desde luego, se toparía con la oposición frontal de la cúpula del PSOE leonés, empezando por el secretario general de la agrupación ponferradina y alcalde, Olegario Ramón, continuando por el vicesecretario provincial, presidente de la Diputación y auténtico mandamás del socialismo berciano, Eduardo Morán, y con Javier Alfonso Cendón cerrando el círculo.
El arrepentimiento táctico de Folgueral llega tarde. Pero pueden apostar a que su ego enorme, desproporcionado, seguirá dando la matraca con sus enredos durante los próximos cuatro años.