[LA PIMPINELA ESCARLATA] Para esto, no
EDUARDO FERNÁNDEZ | Como el PP parece haber entrado en una senda de sensatez desconocida en los últimos años, me toca volver la mirada hacia otro lado. Hasta para la elección de los compromisarios del Congreso nacional que aupará a Feijóo y se prevé que para la renovación local en Ponferrada hay una pacífica sintonía entre la dirección provincial y los concejales locales, conscientes todos ellos del panorama que hay en la calle y la necesidad de encabezar una alternativa a los socialistas de Madrid y Ponferrada. Trabajo tienen.
Así que permítanme que ponga el grito en el cielo.
Para esto, no. Que nos saquen la pasta de forma impúdica metiendo la mano en la cartera, con la chulería que gastan algunos concejales del equipo de gobierno, para luego no saber qué hacer por pura inutilidad, es para salir a las barricadas. Lo de echarse a las calles es algo que, a fuer de antiguo, se les ha olvidado a los sindicalistas ponferradinos. La verdad, claro, es que no hay muchos motivos. Si aun la luz subiera de los 60 € con la que le formaron el pollo al PP en la plaza de Lazúrtegui entre 2017 y 2018, con el chiringuito de la pobreza energética, o la inflación subiera del 1,5 con el que ponían a escurrir a De Guindos, o bien se hubiera decidido cerrar las térmicas cuando más falta nos hacía una fuente alternativa, o se perdiera población en Ponferrada y el Bierzo, o no despegara el empleo, pues habría una excusa. Pero es que con la situación idílica en la que vivimos, los pobres sindicalistas no tienen ni excusa, mucho menos razones de peso para protestar. No les queda más remedio que ver cómo les ocupan las movilizaciones los de la extrema derecha transportista, que a poco que se descuiden, les forman un movimiento de chalecos, no amarillos porque estarán más en el azul fascista a juicio de esos santos que nos gobiernan y lo hacen todo bien. Ahora no hay motivos para protestar, pero en cuanto llegue el nuevo gobierno autonómico, a la barricada.
Para esto, no. El tasazo de la basura y una presión fiscal como si viviésemos todos en un cantón suizo a fin de subir los ingresos municipales, para luego encontrarnos que sobra el dinero a fin de año, no. Hay quien a pesar de las malas enseñanzas históricas cree aún en el aumento del gasto público para salir de las crisis, gasto contracíclico que se dice, pero aquí lo único que va contra el ciclo es el empecinamiento socialista en que usemos fuentes caras de energía, y así hasta cerrar LM y Roldán con el coste de la factura eléctrica. Y la acreditación de que no todos los ciclos evolutivos progresan hacia personas más inteligentes, a la vista de evidencias empíricas sonoras entre concejales del equipo de gobierno.
Lo de freír al personal a tributos y gastar como si el mandato no terminase nunca es keynesianismo del malo. Eso sí, comparar a Olegario con Keynes es tan distópico como hacerlo con Churchill. Keynes quería gastar, estos no saben ni hacerlo. A Keynes no le hubiera quedado un céntimo por pulirse, a estos les sobran al liquidar el presupuesto pasado casi siete millones. Natural, tampoco hay en qué gastarlo. Tenemos un nivel de gasto social que ni Escandinavia; Olegario es Olof Palme redivivo. Nadie pasa necesidades, no hay mujeres al borde de no aguantar más, familias que no llegan a fin de mes, jubilados con pensiones paupérrimas, empresarios que ponen de su bolsillo más que sacan del negocio y autónomos que no dan abasto para las cotizaciones. Sobra parné, guita, tela, pasta como si el ayuntamiento fuese una satrapía del Golfo Pérsico con ingresos ilimitados. Sube todo y aún así más tributos, que la peña aguanta todo. Y a final del ejercicio, un sano superávit por inejecución. Apatía, incapacidad, abulia, abandono, dejadez, desidia, indolencia y muchas dosis de incompetencia en la gestión presupuestaria de una ciudad que necesita mucho más de lo que recibe. Que sobran millones, vuelva usted mañana, pero de un año a otro le atizaremos otro tasazo.
Naturalmente les preocupa todo tan poco, que más que preocuparse por si los ponferradinos llegan a fin de mes, están en la cosa del autobombo, la propaganda y la imago imperatoris del alcalde. Pronto propondrán estatua del alcalde como Augusto y justo antes de las elecciones, estatua ecuestre. La encuesta encargada por vaya usted a saber quien y que esperamos no se sufrague con el erario, denota preocupación suma por la imagen del alcalde, que si realiza una gestión digna de Nobel de economía, que si demuestra una cercanía como para ponerle plato y cama en casa, que si tiene la resolución de un titán. En este medio no lo han contado, pero en la encuesta preguntan también por el gracejo y la hermosura del alcalde, por su galanía y donosura. Será que se impone un reality sanchista en emisión local.
Mientras tanto, para ser incapaces de gastar en las necesidades de la ciudad, recaudar a lo bestia, no.