[EL PROTECTORADO] El Estatuto de Porcarizas, no de Salamanca
AL RAISULI | No teníamos bastante digiriendo la barrida electoral de los partidos de los mantenidos, tras la magistral trampa que se tendió a sí mismo el genio de Mañueco, que aparecen unos leonesistas llamados “Colectivo Ciudadanos de la Región Leonesa” marcándose un estatuto.
Los leonesistas, estos u otros, llevan un tiempo apuntando maneras. Hace poco nos apabullaron con una escenificación tecnocrática de pedigrí universitario, estofado de números y argumentaciones de Barrio Sésamo, para convencernos de que es mejor ser cola de león que cabeza de ratón.
Son la versión cibernética de los mouros, esos personajes mitológicos de condición incierta que siempre que salían de sus guaridas era para dar el coñazo al personal del labrantío. Lo más insufrible de este remake es que han transformado lo fantástico en cargante.
Ojo al titular, por si quieren ahorrarse la lectura de la proclama y de la normativa estatutaria: Nace en Salamanca el Estatuto de la Región Leonesa, que obliga a que El Bierzo acoja la sede central de una consejería. Más adelante nos enteramos de que es la de Industria y Empleo.
Nos obligan a acoger una consejería por imperativo estatutario, ¿Y si nos negamos, qué pasa? En fin, que a unos desocupados de la tierra plana les haya dado por jugar a constitucionalistas emulando a Herrero de Miñon o al mismísimo Loewenstein tiene hasta su gracia, pero que lo hagan dando el rancho por servido, masticado y comido es de aurora boreal.
Si no les desmotivé antes y se animan a leer el engendro, no se pierdan el orgiástico reparto de sedes institucionales, una cucaña sin precedentes desde que el mundo fue mundo hasta el cantonalismo. Ni Gengis Khan contó con tantas sedes franquiciadas en todo el territorio de su imperio euroasiático.
Con decirles solo que Mombuey (450 habitantes) albergaría el Consejo Autonómico de Cuentas está dicho todo. Bembibre (8.979 habitantes) en cambio no existe. Como consolación una pedrea que ya había tocado (La Fundación Santa Bárbara) a Folgoso de la Ribera que llaman La Ribera de Folgoso.
Cuidado y no se malinterprete, aquí no se trata de reclamar nada; por nosotros como si quieren poner los astilleros de la Armada en la Vega de Terrón y El Almirantazgo en La Barosa, total para lo que va a servir. Se trata más que nada de evidenciar un dislate, de reflejar una majadería de las más gordas que he visto a lo largo de mi vida.
No sé a quienes quieren convencer con ese tutti frutti indigesto entre la política ficción y redentorísmo de campanario. Estos genios de la pantalla en su fabril y febril imaginarrea, hasta se les ocurre poner una traba más, añadida a las ya existentes, para conseguir la provincia del Bierzo.
Los leonesistas lo tienen muy crudo con el Bierzo, tanto estos que van de surrealistas, como los que van de tecnócratas o institucionalistas, incluso los devotos de Genarín atropellado por el camión de la basura, y es que no acaban de entender que el problema es la geografía.
Así que ni Estatuto de Salamanca ni gaitas; si algún sitio merecería algún día proclamar un Estatuto para el Bierzo sería Porcarizas (19 habitantes) según imaginaba el sarcástico e inolvidable Balbino Álvarez de Toledo.