Colectivos sociales y alcaldes intensifican su oposición a los macroparques eólicos
Escola de Gaitas y Rural Sostenible organizan un debate abierto en el teatro de Villafranca el sábado a las 17.30 horas.
El rechazo social y político a la proliferación de macroparques en el noroeste del Bierzo se hará más visible este fin de semana con la celebración en el Teatro Enrique Gil de Villafranca de un debate en el que participarán representantes de asociaciones culturales, vecinales, sectores productivos, alcaldes y pedáneos, así como expertos en el sector forestal y energético.
El objetivo de la jornada es proporcionar información a los vecinos y vecinas y sensibilizar sobre las diferentes afecciones derivadas de la implantación masiva de estas instalaciones industriales en nuestros pueblos y montañas. De esta forma, se quiere evidenciar la oposición generalizada al «despliegue masivo, desordenado y sin planificación de energías renovables que desde hace poco más de un año se cierne sobre los núcleos rurales de los valles del noroeste de la comarca».
«Estamos a favor de las energías renovables, pero de una forma coherente, dimensionada y ordenada, sin perjuicio a los recursos naturales, patrimoniales y formas de vida que son el motor que mantiene vivo el territorio», matizan los organizadores de esta iniciativa, la Asociación cultural Escola de Gaitas de Villafranca y la Plataforma vecinal Rural Sostenible.
Entre los participantes se cuentan Suso Nieto (arquitecto municipal de Villafranca), Jesús Nuñez (agente ambiental), Susana Davila y Felix Soto (Rural Sostenible), Fernando Brugman (Instituto de Estudios Bercianos y Cultura 54), Isil Monteserín (ingeniera de Montes), Alfonso Fernández Manso (ingeniero de Montes), Raúl Pérez y Ricardo Palacios (bodegueros), y los alcaldes de los municipios afectados.
En estos momentos, solo en la zona del Bierzo Oeste, están proyectados siete macroparques eólicos, de cuatro empresas diferentes. Con los 54 previstos en los proyectos Ralea, Eco y Umbrío, la cifra de aerogeneradores a instalar prácticamente se duplicaría para alcanzar las 110 torres con alturas de hasta 200 metros, dos veces la torre de la Rosaleda o la catedral de Santiago y tres veces el tamaño de los eólicos instalados en la zona del Redondal.