[EL PROTECTORADO] Ponferrada antes que Pegasus
AL RAISULI | Cuando creía que la actualidad solo brindaba la oportunidad de darles un coscorrón a los nuevos aprendices de Torquemada que con la cantinela de salvar al Bierzo han invadido el universo de Tarsicio, resulta que desde la mismísima Moncloa es el inefable Óscar López quien nos salva del cansino chapapote.
Recordamos a Óscar López, hoy fontanero sustituto del ajusticiado Iván Redondo. Un sociata habitual por estos lares cuando ejercía de Secretario General del Psoe de CyL, y asistía como invitado predilecto a los saraos de Ulibarri pastoreado por la reina de las golosinas.
Destacamos esta muesca bovina, porque casi nada más se puede destacar de la ramplona presencia política que nos brindó. Pero ese casi se escribe en negro porque dejó tal cagada en su currículo público que la única salida sensata hubiera sido ponerlo de guardabarreras, en unos tiempos en que ya estaba automatizado el servicio y no representaría un peligro.
Nos referimos a la moción de censura en el Ayuntamiento de Ponferrada, en la que tuvo que salir Carme Chacón al quite para reducir el oprobio a bochorno. Bien, pues a López no lo mandaron a una casilla ferroviaria remunerada a ver pasar los trenes; lo metieron en la nevera retribuida, lo reciclaron y lo pusieron de cerebro gris de Sánchez en la Moncloa.
Claro que eso pasa en todos los partidos, pero en el PSOE mucho más, donde la inutilidad lejos de ser demérito es virtud. Podría interpretarse que hay ganas de dar leña al mono por algún agravio; nada de eso, tengo el placer de no conocerlo. Viene a cuento porque estaba escrito en las estrellas que la volvería a cagar, en la casilla ferroviaria o en Moncloa.
Al parecer López, junto con Francesc Vallés, es el muñidor de la operación para contrarrestar el globo de los independentistas con el espionaje de Pegasus. Y no se le ocurre otra que vender victimismo y desvelar a bombo y platillo que el Presidente del Gobierno y la Ministra de Defensa también han sido espiados, trasmitiéndoles este mensaje: Menys llops que aquí també couen faves (Menos lloros que aquí también cuecen habas)
El repóquer no tiene precedente: han conseguido cabrear y desestabilizar a los servicios secretos; aumentar el enfrentamiento con sus leales socios parlamentarios; dar oxigeno a sus solidarios coaligados en el gobierno; hacer entrar en pánico a todo el poder territorial socialista; abochornar a la nación ante el mundo; denotar ante los intereses hostiles una peligrosa debilidad; obligar a la oposición a rescatarlos de sí mismos; y poner en la calle la pregunta de las preguntas: ¿Ha llegado la hora que el PSOE siga los pasos de los partidos socialistas de Francia e Italia?
Los servicios secretos del mundo mundial deben estar devanándose los sesos para buscar explicación a esta salida de pata de banco; la insólita comparecencia de la directora del CNI ante la nueva Comisión de Secretos Oficiales, más bien de Cotilleos Peligrosos, solo podría ser superada por una hipotética comparecencia de la CIA en el Congreso de EE.UU para ser interrogada por los Talibán o el SVR de Putin heredero de la KGB.
La culpa no la tiene Óscar López, la tiene quien dejó en sus manos esa responsabilidad y ese es el Presidente Sánchez. La moción de censura de Ponferrada, todo un escándalo nacional, ya había evidenciado la incapacidad estratégica del interfecto como para no dejarle jugar con cosas serias. No repararon en ello y ahora la monta de nuevo.
Pero el PSOE is diferent; con ese mix tóxico que funde el sectarismo y la incapacidad obran estos milagros, como es arrancar a un ciudadano de su merecida casilla ferroviaria, automatizada por supuesto, para llevarlo a Palacio donde puede hacer mucho más daño del que sus entendederas le permiten imaginar.