El PP reclama que se limpien y barran las calles de Ponferrada con más frecuencia
«No limpian ni en su casa, como para tener el resto de la ciudad en condiciones», ironiza Marco Morala.
El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, se ha hecho eco este lunes de las peticiones de ciudadanos que viven entorno de la calle General Vives y en las inmediaciones de la Carrasca, «que llevan tantos días sin barrer con tal cantidad de hojas no recogidas que con las lluvias recientes la gente resbala al transitar por esa calle, en particular la gente mayor en las zonas más inclinadas de la calle». Los vecinos de las inmediaciones de la sede socialista, apostilla Morala, «se lo han tomado con sarcasmo y dicen que si no limpian ni en su casa, cómo van a limpiar el resto de la calle».
«Como solo reparan en lo que es necesario para Ponferrada cuando se lo criticamos, seguro que correrán a controlar el barrido y limpieza de esta calle y por eso los vecinos nos trasladan esta situación por el descuido de los responsables municipales que tenían que controlar la limpieza viaria», indican los populares. «Es lo que tiene vivir en la nube de Bruselas, que no se quieren bajar de ella y que las cosas pequeñas de Ponferrada que no son proyectos estrella les dejan indiferentes. Pero eso es lo que hace la diferencia entre una ciudad atendida y una ciudad descuidada. No es de extrañar con su trayectoria de abandono que no sepan percibir esa diferencia», agregan.
Morala aprovecha para pedirle al alcalde «un poco de templanza, ya que no de decoro político: atacado de un acceso de amnesia y olvidando las cosas que decía en la oposición, al alcalde se le ha vuelto la piel muy fina y le hace pupita cualquier crítica que le hacen los ciudadanos y los grupos de la oposición». También le recuerdo que «aquí hay que venir llorado de casa y llorado de Bruselas, sobre todo cuando vas de viaje sufragado por otros: cuando paga el Ayuntamiento pagan los ciudadanos, cuando pagan las instituciones europeas pagan los ciudadanos -salvo que para ellos los ponferradinos no sean europeos ni contribuyan con su esfuerzo e impuestos al presupuesto comunitario- y cuando pagan los partidos políticos que reciben subvenciones y asignaciones públicas, pagan los ciudadanos».