[UNA HABITACIÓN AJENA] Bienvenidas a Gilead
Mientras la madre invocaba, provocaba al cielo y al infierno, atronaba con su desgracia, yo agaché la cabeza, y al agacharla, derrotado, vi que debajo de la cama de la hija se formaba un pequeño charco de sangre, un delgado reguerito se escurría lentamente a lo largo de la pared, hacia la puerta. Del somier caía regularmente una gota. ¡Tac! ¡Tac! Las toallas entre sus piernas rebosaban de rojo. Les pregunté, a pesar de todo y con voz tímida, si la placenta había sido expulsada entera. Las manos de la hija, pálidas y azuladas en las puntas de los dedos, pendían abatidas a los costados de la cama.
(Louis F. Céline. Viaje al fin de la noche)
Lo normal es aquello a lo que te acostumbras. Tal vez no os parezca normal, pero al cabo de un tiempo os acostumbraréis. Y se convertirá en algo normal.
(Margaret Atwood. El cuento de la criada)
NELLY BOXALL | Dice el vicepresidente de la Junta que la ley del aborto permite triturar niños con discapacidad, y sin ella, añadiría yo. De eso se trata, que quienes no quieran proseguir con su embarazo puedan hacerlo libre, de manera gratuita y lo más confortablemente posible, sin más explicaciones. Lo de denominarlos niños, bien sabemos que forma parte de la estrategia de los autodenominados pro-vida para equiparar un aborto a un asesinato. También afirma el señor García-Gallardo que a la izquierda le interesan los discapacitados que han nacido, pero no los que no han nacido… qué tendrán que ver los cojones para comer trigo. El líder del Partido Popular califica estas declaraciones de “muy sorprendentes” -no sabemos en qué sentido señor Feijoó, mire que es gallego, oiga- y al señor Mañueco no le podemos preguntar, anda entretenido apagando el micro de su compañero de Gobierno… por si las moscas, debería aplicarse aquello de que quien con infantes pernocta, excrementado alborea. No se podía saber, claro.
Y henos aquí, de nuevo, esperando el maná del cielo en forma de anteproyecto de ley del aborto, medida de buenas intenciones a la que se le ha pasado la cuchilla de Moncloa, aunque deberíamos hablar de doble vara de medir de un Psoe que quiere estar en el plato y en las tajás: no va a permitir que se penalice la práctica de los vientres de alquiler en nuestro país, lo que viene siendo explotar a una mujer más empobrecida que tú para que geste y dé a luz un bebé bajo contrato de compra-venta, para acto seguido entregártelo a cambio de dinero. Si nace con alguna discapacidad, lo puedes devolver. El Pose feminista y progresista también ha impedido que se reduzca el IVA del 21 al 4 por cien en los productos de higiene menstrual, la pela es la pela y hay que enviar armas a Ucrania, una de las mayores granjas de vientres de alquiler. La posición del partido mayoritario en el Gobierno no es nueva, ya les dibujé un esbozo de la situación hace unos meses. Con esta nueva iniciativa, veremos también en qué queda lo de garantizar la cercanía a la hora de prestar un servicio sanitario público como es la interrupción voluntaria del embarazo, aquí se retratarán las Comunidades Autónomas y sus Comités de Bioética a la hora de llevar a la práctica este mandato legal… el portavoz de la Junta ya ha lanzado un aviso a navegantas, objeción de conciencia en la pública y manga ancha en la privada. Lo de siempre, vamos, y rezando para que virgencita, virgencita, que me deje como estoy.
Es un hecho la deriva retrógrada que está tomando la asunción de medidas en cuestiones clave para las mujeres en esta parte del mundo llamada occidental, como dejar de garantizar el derecho al aborto en EEUU para dejarla en mano de los Estados y de sus parlamentarios. La filtración de un borrador de una sentencia del Tribunal Supremo de los EEUU que derogaría la sentencia Roe contra Wade -un histórico dictamen (1973) de este Alto Tribunal, que posibilita entre otros derechos la autodeterminación reproductiva de la mujer, y por tanto las leyes que protegen el aborto- ha provocado un terremoto en los EEUU. De ser aprobado, los Estados más conservadores podrán prohibir ‘de facto’ o mutilar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. En nuestro país, con una estructura política y territorial infumable, unas elecciones próximas y la ultraderecha asomando la patita por debajo de la puerta, pinta mal -muy mal- para nosotras, y un equipo de gobierno compitiendo por quién se lleva el mérito no ayuda, francamente. Continuaremos con la peregrinación a otros territorios para poder abortar de manera segura y gratuita, mientras nos dejen.