Confederación priva a los fruticultores de la ventaja de regar con la tarifa eléctrica nocturna
VIAs denuncia que es la primera vez que se producen cortes en el suministro pese a que ha habido años de mayor sequía.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha decidido suspender los riegos nocturnos en el Canal Bajo del Bierzo, escudándose en la sequía y en la necesidad de garantizar el agua para el periodo estival. Esta medida traerá no obstante un perjuicio económico añadido a los productores de pera y manzana de la zona que suelen programar los sistemas de riego por goteo para funcionar cuando la tarifa eléctrica es más barata, precisamente en la franja de las 24 a las 6 horas, en la que se efectuarán los cortes.
Los cortes en el abastecimiento de riego son una medida cuando menos llamativa, puesto que en años con un déficit hídrico hasta 15 puntos superior —en la actualidad el embalse se encuentra al 70,4% de su capacidad— como 2013 (54,7% en la misma semana de mayo) o 2012 (69%) nunca llegaron a imponerse. En ningún caso, llegó a superarse el cupo destinado al riego de la presa de Bárcena.
«Mientras que los daños caen del lado de los agricultores, las centrales hidroeléctricas están vendiendo el salto de agua a precio de gas», señala Vecinos Independientes Agrupados (VIAs) en un comunicado en el que califica de «injusta» la decisión de Confederación, «pues lastra a los productores que han logrado introducir en su explotación los mecanismos para hacer un uso eficiente del agua».
VIAs se suma a las reivindicaciones de las asociaciones de agricultores y demanda a las instituciones locales que pugnen por incluir la modernización del Canal Bajo del Bierzo en el Plan de Recuperación del Gobierno con fondos europeos. La agrupación insta asimismo a la Comunidad de Regantes a plantear un proyecto inteligente que priorice las obras de mejora en la parte rural del Canal —desde el cruce con la avenida de Galicia hacia el oeste—, pues es allí donde se concentran las fincas de mayor productividad, fundamentalmente, frutales. VIAs pide si es necesario a los síndicos de la parte urbana, en esencia minifundista y baldía o poco productiva, «un ejercicio de solidaridad con los demás, pues a ellos les seguirá garantizado el riego por presión».