[EL PROTECTORADO] ¿En el Bierzo, somos o nos hemos vuelto gilipollas?
AL RAISULI | La petición de perdón es un acto unilateral para el que no es preciso contar con la anuencia del agraviado. Se pide de manera íntima, privada o solemne y punto. Trufarlo de otras florituras despoja al arrepentimiento sincero de su esencia y fundamento para convertirlo en un acto innoble y falsario.
Todo el mundo sabe a qué me refiero. Eludo mencionar nombres para no abundar en la hemeroteca de la desdicha de quien merece tranquilidad y respeto. Que se pida perdón desde la corporación, aun cuando sea muy a destiempo, sin dar oportunidad a que el circo innecesario de las idioteces políticas siga infectando la herida.
Solo conocía el precedente del viaducto de Génova hasta que se hundió el de Vega de Valcarce. Veintidós años que palidecen ante los más de dos mil de los puentes romanos. La ministra estuvo remolona pero acudió a ver el roto y se obró el milagro; por fin Galicia decidía tener presencia formal e intervenir en el territorio de los vagos castellanos.
¿Imaginan que el hundimiento hubiera sido en Baralla y allí se hubieran presentado la plana mayor de la Junta de Castilla y León con su presidente al frente? ¿No, verdad? El problema de esta tierra es que a quien nos pastorea le trae al fresco nuestra suerte y los que se preocupan saben más de rayas que de geografía, aunque esta vez se la hayan pasado.
Volvió Endesa con sus cantadas preparando el terreno para algún nuevo cambio de tercio, como acostumbra con la bovina complacencia de los puteados. Espetó sin que nadie le rechiste que van a cargarse todas las chimeneas y torres de refrigeración de Compostilla II.
De manera unánime, el Consejo Comarcal había pedido conservar la Central en sus partes más emblemáticas. Ya tienen la contestación: NO. El Consejo Comarcal está para eso, para que no se le haga ni puto caso, y Endesa para hacer lo que le salga de las pelotas.
La actuación de Endesa con esta tierra tras el cierre de Compostilla II está pidiendo a gritos una Comisión de Investigación, que el Consejo no va a poner en marcha y de poco serviría dada su lenidad institucional. Hay representantes públicos implicados en la movida; igual ya es hora de que la UPL u otros grupos empiecen a enseñar los dientes con este asunto en las Cortes regionales.
Tres ejemplos de la insoportable vacuidad de nuestra prescindible clase política local, comarcal o regional ¿Y la provincial? Pues ya se sabe, Tambor, el conejo amigo de Zapatero, observando la debacle andaluza con sorpresa pero en la confianza de saber que los bercianos somos gilipollas; y eso le garantiza el momio.