[TRIBUNA] Una vez más llegamos tarde
PLATAFORMA CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS | Una vez más llegamos tarde. Tarde, mal y nunca Nos rasgamos las vestiduras cuando por fin un medio de comunicación se atreve a mostrar esta lacra que apostilla la violencia machista, que es el silencio, el consentimiento, la normalización de sucesos presuntamente criminales (porque todavía no ha salido el juicio).
Después de ver esas imágenes que han rodado por todas las redes sociales y que han servido para volver a poner en tela de juicio (juicio popular) esta historia que nos sigue como una sombra a la población berciana sentimos que seguimos con la herida abierta, que no sabemos curarla, ni nos atrevemos a preguntar todos esos porqués que se apelotonan en nuestra cabeza… Desde la Plataforma contra las violencias machistas queremos hacer una autocrítica sobre este proceder.
Vivimos en una sociedad anestesiada por el confort, los conformismos y por el pensamiento mágico de “Eso a mí nunca me pasaría”; o lo que es peor, por la doble moral de “a mí no me gustan los líos”, “es mejor no destacar, que luego todos te señalan” y un largo etcétera de conductas llenas de temores “por si se me mueve la silla”. Por eso nunca encontramos el momento para alzar la voz contra injusticias y dejamos solas a las personas que se erigen abanderadas de las reivindicaciones y exigen reacciones ante las injusticias.
Este es uno de los momentos en que desde la Plataforma contra las Violencias Machistas compuesta por partidos políticos, sindicatos, asociaciones, amigas y amigos, nos atrevemos a levantar la voz pidiendo, exigiendo que se ponga fin a estos actos violentos contra las mujeres, estas matanzas que no cesan, actos que superan en su sadismo cualquier película de terror, pero que son reales.
Porque siempre, antes de violentar físicamente, ha existido todo un proceso de sometimiento. La violencia psicológica es la primera que se hace presente en la escena. Son los insultos, las amenazas, los desplantes, las humillaciones; todas y cada una de estas acciones van minando la autoestima de la víctima hasta que la convierten en la diana perfecta para ser rematada por su verdugo. Y así se escriben todas estas historias.
Historias que se siguen cocinando y que el último sábado del mes que viene, seguiremos denunciando en este mismo lugar y a la misma hora. Como una pesadilla que se repite sin poder dejar de soñarla.
Todas las personas que pasáis por delante deberíais parar, escucharnos y compartir, no solo este momento, sino estas reivindicaciones expresadas.
Porque lo que aquí venimos a gritar no es algo que les pasa a otros, es el grito de esperanza para que nuestras hijas e hijos vivan en una sociedad igualitaria, pacífica y respetuosa, donde las personas nos sintamos orgullosas de nosotras mismas sin pensar en nuestro género o condición sexual. Donde no resulte ofensivo hablar de diversidades.
Por eso, un sábado más, queremos rendir homenaje a las víctimas de violencia machista que han sido asesinadas; especialmente a las 7 mujeres que han matado desde nuestro último encuentro en esta misma plaza, el último sábado del mes de mayo.
Al día siguiente, el 29 de mayo asesinaron a Eva María a Puñaladas, en Málaga
Ese mismo día asesinaron a Luisa María en Ciudad Real, también con arma blanca.
Al día siguiente a Cristina, de Zaragoza, con arma blanca
El día 8 de junio a Amparo de Valencia
El día 9 de junio, una mujer de 35 años fue asesinada presuntamente por su pareja. La víctima tenía una hija menor de edad. No existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor.
El día 19 dos mujeres asesinadas a tiros por el mismo hombre.
Cuando la víctima no ha llegado a interponer una denuncia contra su presunto ejecutor, como es el caso de la mujer asesinada en Soria, los medios de comunicación y los políticos insisten en este hecho y no se dan cuenta que el fallo en estos casos es la propia concienciación social y, sobre todo la falta de recursos intermedios a disposición de las mujeres mucho antes de que las conductas de los agresores se conviertan en delito.
La labor que estamos desarrollando sigue siendo PALIATIVA.
Urge que la administración cambie sus procesos de intervención a una actuación PREVENTIVA que es lo que necesita nuestra sociedad, especialmente las víctimas de violencia de género que siguen ahí sufriendo las agresiones y vejaciones cuyas secuelas nunca desaparecerán, en el mejor de los casos, y si lo hacen, es porque vamos a contar con una víctima asesinada más.
Pero también urge que cambies tú. Que analices tus conductas y las de los que te rodean.
Si no hacemos verdaderos cambios, seguiremos llegando tarde
NI UNA MENOS. VIVAS NOS QUEREMOS.