La Rosaleda reclama a la Junta un centro escolar y un edificio de usos múltiples
El presidente de la asociación de vecinos pide apoyo al alcalde para sus reivindicaciones durante la visita al bario.
El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón,, visitó este viernes el barrio de La Rosaleda para conocer las necesidades vecinales de lo que es el núcleo urbano más moderno de la ciudad, pero que, a pesar de todo, «presenta carencias debidas a la falta de mantenimiento durante años, concretamente desde que se construyó».
En el recorrido por el barrio, la comitiva municipal estuvo acompañada por el presidente de la asociación vecinal, Pedro Villanueva, quien señaló la necesidad de acometer actuaciones en dos de los parques infantiles de la zona, así como en una pequeña parcela que se extiende entre el bulevar y la iglesia del barrio.
Villanueva aprovechó la visita para recabar la ayuda e intermediación del alcalde ante la Junta de Castilla y León para dotar a este barrio, por la vía de los presupuestos de la Comunidad, de un centro escolar, así como de un edificio de usos múltiples para que puedan hacer actividades los mayores y los niños, elementos dotacionales que le corresponden al barrio por número de población y del que fue privado en su día.
El alcalde destacó que se han efectuado intervenciones en la peligrosa glorieta del Conservatorio y en la de la avenida de Galicia, así como actuaciones de cerramiento en la zona deportiva, donde también se ha intervenido en alguno de los elementos deportivos, y también se ha acometido la plantación de árboles en una parcela de titularidad municipal enclavada en ese barrio, así como la ejecución de diversas actuaciones de mantenimiento y el rebaje a cota cero de un paso peatonal para hacerlo accesible a las personas con movilidad reducida.
Por otro lado, adelantó que, entre las actuaciones más ambiciosas prevista para este barrio, está la que figura en el proyecto del Anillo Verde, que cuenta con una cuantiosa financiación con cargo a fondos europeos y en la que se contempla actuar en una extensión de dos hectáreas del parque de La Rosaleda, en una zona que no está cuidada y donde se van a plantar especies autóctonas como alcornoques y encinas, y se instalarán carteles explicativos de la flora y la fauna y casetas de anidamiento de aves y murciélagos.