[PÍLDORAS de VERANO] Duelo al sol y periodismo embarazado
«Todo lo que nos decían del comunismo era mentira, pero lo peor es que todo lo que nos contaron del capitalismo era verdad». El viejo chiste ruso viene a cuento del duelo al sol que se traen estos días Olegario Ramón y el portavoz de USE. El regidor ponferradino, que no pierde ocasión de ejercer de oposición a la oposición, es muy aficionado a hacer leña del árbol caído (nunca mejor dicho) y Samuel Folgueral ha estallado tras la última embestida con un USE Bierzo se cansa del alcalde de Ponferrada: “¡Basta ya!”. En este caso, lo peor de todo es que ambos tienen bastante razón en lo que dicen del otro.
A lo mejor sería divertido que se enfrentaran cara a cara delante de las cámaras de Al Rojo Vivo, ahora que su director (otro que tal baila) parece no atravesar su mejor momento: Periodistas y políticos critican la mala praxis periodística de Ferreras contra Iglesias desvelada por Crónica Libre. Ha salido al quite su compañera de fatigas en la explotación del llamado caso Nevenka con un argumento tan chusco como burdo: Angelica Rubio defiende a Ferreras, porque «hay medios de comunicación que han publicado muchos más bulos»: «Curiosa forma de defender el buen periodismo». Mejor repase Las cloacas del periodismo: del ‘sindicato del crimen’ a Ferreras.
Lo peor es que ambos tienen bastante razón en lo que dicen del otro
La dimisión de aquella chica que una vez se sentó a cenar botillo con Folgueral ha levantado mucha polvareda. Lastra recibe un aluvión de críticas por dimitir por su embarazo de riesgo y, a modo de réplica, Diputadas del PSOE tachan de “nauseabundas” las críticas a Lastra por dimitir por su embarazo y exigen disculpas. Pero la sospecha de que ha utilizado el embarazo como coartada parece bastante legítima, sobre todo porque no deja el acta de diputada. Y además La dimisión de Adriana Lastra facilita a Sánchez el cambio en el PSOE tras el desplome electoral. Otros van más lejos y apuntan que Sánchez forzó la dimisión de Lastra tras su intento de controlar el PSOE.
Con la guerra en Ucrania, la ola de calor y los incendios, el pobre virus ya no encuentra espacio ni en las páginas interiores de los periódicos. Hemos sabido de su existencia porque La Audiencia confirma la indemnización de 13.200 euros a un bar de León por el cierre obligado en pandemia. Nunca nos cansaremos de repetir que la ruina no loa trajo la enfermedad, sino las medidas de los gobiernos, especialmente el ignominioso confinamiento. Muy distinta fue la situación en lugares donde apenas se aplicaron restricciones, como nos recuerdan en el espléndido artículo Covid-22: la histeria colectiva no acaba. Y ya va siendo hora.