[LA PIMPINELA ESCARLATA] La continuidad vegetal
EDUARDO FERNÁNDEZ | Miren que yo no quiero, pero es mucha provocación. Intelectual, naturalmente. Ya propuse una vez al alcalde como geógrafo de honor; conviene ahora proponerlo para ingeniero forestal honoris causa, con toga y birrete por iluminar, cual faro de occidente, el entendimiento de los incendios que tanto daño causan a nuestro Bierzo.
Con el abusivo maltrato gramatical y léxico con que los más conspicuos (y redichos) de nuestros políticos locales aporrean al español es muy difícil entenderlos. Ya no sé si cuaderno azul quiere decir ridículo judicial, dos millones para la Tebaida quiere decir tomadura de pelo, plan estratégico quiere decir patada para adelante porque ahora no sé qué hacer y next generation quiere decir timo del tocomocho. Como no entiendo eso, menos puedo aspirar a la comprensión de frases complejas con tantas subordinadas como falta de ideas. Les propongo un juego común: ¿qué creen ustedes que significa en realidad eso de “limitar una excesiva continuidad vegetal”?
Y lo que es más ¿cómo se relaciona epistémicamente con la renaturalización de Ponferrada, cruzada personal del concejal que no necesita nacer mil veces como el resto de los mortales? ¿Renaturalizar las zonas verdes de Ponferrada aumenta dicha continuidad? ¿Pasar el cortacésped por los jardines, en cambio, disminuye la continuidad? ¿Cursilada de alcalde contra mentecatería de concejal? Porque o se renaturaliza dejando sin cortar la natural y juguetona vis expansiva de la naturaleza en flor, que crece en forma de hierbajo incontrolado -como dijo querer el concejal para disculpar incapacidad e imprevisión-, o se limita la excesiva continuidad vegetal -que ha dicho aquí su jefe-.
¿Habrá un plan estratégico capitaneado por el alcalde estratega para definir empíricamente ese concepto cuantitativo indeterminado de “excesiva” continuidad? ¿Excesiva continuidad sería tener a la vez el parque del Temple y el de la Rosaleda sin segar? ¿Lo sería un nuevo mandato del Sr. Ramón? ¿Excesiva continuidad es que continuemos aislados sin conexiones ferroviarias cuando todo el país las ha recuperado ya después de la pandemia? Yo, que hasta ahora creía que estaba gordo como un zepelín, he comprendido que solo tengo excesiva continuidad de mi barriga y me pregunto esperanzado si esa indeterminada medición del alcalde me dará para un tercer donut cada mañana sin llegar a excesiva. Porque si la selvática zarzalera que se observa al lado de algunos viales de Columbrianos, de Dehesas, de Fuentesnuevas o de Santo Tomás no ha merecido la menor preocupación para que nuestros mandamases ordenen desbroce y limpieza, tal laxitud llevada a mi merienda da aún para varios kilos de engorde.
Cuando no se ha hecho ni caso en años a la gestión forestal del municipio, les toca ahora el ridículo de recomendar cuidar el monte, limpiarlo, clarearlo, desbrozarlo, entresacarlo y ramonearlo (no de subsumirlo en Olegario Ramón, sino de cortarle el brote que pudiera definirse en la Guía municipal de buenas prácticas renaturalizadoras como excesivo).
Yo, que ni siquiera le voy a preguntar cómo no lo priorizaron antes en un municipio con incendios cada año, le compro al concejal de Medio Rural lo que nos quiere vender ahora del plan forestal que sale para el final de temporada o de mandato, pero solo si el presupuesto municipal asociado a su gestión lo hace eficaz, o en su defecto, al menos creíble. Antes de convencernos a los ciudadanos, que convenza a la concejal de Hacienda de que merece para un municipio con tantas hectáreas forestales algo más de dinero del que se gastan en tendejones inútiles frente al castillo y en que brillen los bajos del puente. Cuando traigan diez veces eso al menos, que lo cuente. Porque si el buen tino y voluntad que le concedemos benevolentemente choca con la cerrazón presupuestaria del alcalde al que seguidistamente vota cada pleno, igual es hora de replantearse una estrategia que le hace cómplice del abandono forestal que dice querer combatir. Luego, solo luego, se está en disposición de dar lecciones a otras administraciones.
Mientras, ellos, con empírica excesiva continuidad de la apatía, ni mirar para las zonas verdes anejas a Ponferrada, entre tanta renaturalización y tanto pontificar sobre la excesiva continuidad vegetal (que miren que es frase cursi y repipi, de sexta generación, que diría el alcalde).