Un monolito recuerda en Ponferrada a Jerónima Blanco y a su hijo Fernando Cabo
Más de un centenar de personas asisten a la inauguración en un enclave próximo al lugar donde fueron asesinados en agosto de 1936.
Un monolito al lado de la casa en la que vivió y donde se le dio muerte recuerda desde hoy a Jerónima Blanco y a su hijo Fernando Cabo, de 22 y 3 años, asesinados el 23 de agosto de 1936 por ser mujer e hijo de un escapado, Isaac Cabo. Más de un centenar de personas asistieron al descubrimiento del hito conmemorativo con una breve explicación sobre la fecha y la causa de su muerte, ubicado a la altura del número 340 de la avenida de Portugal, en el barrio de Flores del Sil, con el que se pretende contribuir a la aplicación de los principios de «verdad, justicia y reparación» y como homenaje a Jerónima Blanco y a su hijo Fernando.
La entrega de un ramo de flores a los familiares de los asesinados y la interpretación de una pieza fúnebre al violonchelo completaron el sencillo homenaje. El vicepresidente de la Asociación para la Recuperación Histórica (ARMH), Marco González, considera que el mejor homenaje que se le puede rendir a Jerónima y a su hijo, además de recordarlos «es que estén en los libros de texto», como todos los represaliados, «para que el pasado se conozca y no se repita». Por su parte, el alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, recalcó la necesidad de ahondar en la recuperación de la memoria para fortalecer la democracia y la libertad.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) formuló hace ocho años una petición al consistorio ponferradino para que se les dedicara una calle u otro tipo de reconocimiento público. El Ayuntamiento ha optado por el recuerdo en un espacio público, concretamente en el lugar donde fueron exhumados los restos en el año 2008.
Jerónima Blanco fue asesinada en agosto de 1936 por falangistas, estando embarazada, cuando tenía 22 años. Su hijo Fernando, de tan solo tres, fue asesinado mientras los falangistas jugaban al tiro al plato con él. Los restos de ambos reposan desde febrero de 2009 junto a los de Amalia, una hermana de la mujer exhumada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Amalia Blanco falleció un día después de que el Ayuntamiento de León dedicara una calle a Jerónima y a Fernando.