[UNA HABITACIÓN AJENA] La reina de las fiestas
“Una coincidencia no es siempre una casualidad”
(Enrique Vila-Matas, Montevideo)
“- Aceites y juramentos, orbes, cetros, símbolo tras símbolo, una inimaginable red
de ancestral misterio y liturgia difuminando tantas líneas que ni clérigos,
ni historiadores, ni abogados podrán desentrañar jamás.
– ¡Es una locura!
– No. Es de una cordura absoluta. ¿Quién quiere transparencia, cuando puede tener magia?
¿Quién quiere prosa cuando puede tener poesía?
Si apartas el velo ¿qué es lo que queda? Una joven corriente de modesta capacidad
y poca imaginación, pero si la envuelves así y la unges con aceite ¡et voilà!
¿Qué tienes? ¡Una diosa!
(Serie The Crown)
NELLY BOXALL | Sin ningún género de dudas, este año la reina de la fiesta -que no alegría de la huerta- en honor a la Virgen de la Encina, ha sido Lilibeth, que ha tenido el buen tiento de morirse el día de nuestra fiesta consiguiendo amenizar una sosa agenda de actos, por otro lado prescindible, y opacando con el protocolo del London Bridge is Down el rancio desfile de autoridades. Puestos a elegir arcaicos ceremoniales, quedémonos con los mejores. Y cuando aún nos encontrábamos bajo los efectos de la royal resaca, se muere Marías, el escritor más anglófilo de nuestro territorio patrio. Un no parar de morirse en inglés. No dejo de preguntarme si nuestra patrona no se nos habrá vuelto un poco anglicana… La culpa de todo la tiene la Pimpinela Escarlata del pasado jueves, que en sus rogativas a la Virgen berciana pidió una biografía de Churchill para el alcalde, las señales estaban ahí para quien quisiera verlas… lo del autor de Negra espalda del tiempo podemos considerarlo un daño colateral. No estaría de más contar en los gabinetes locales con el contacto del arzobispo de Canterbury, por si las autoridades se vuelven al fin innovadoras a la hora de programar nuestro día grande. Si sabe que tenemos un parklet viene, seguro. Volviendo al asunto de morirse, en cualesquier idioma, parece ser que en nuestra Comarca es muy viable, dada la inviabilidad del funcionamiento de nuestro hospital según la profesión médica, por algo otra de las peticiones a la Virgen era la de salud para todos los bercianos, cuando el río suena… Así que lo del turismo sanitario para nuestros vecinos ingleses queda descartado. Dice en la Junta que lo van a arreglar, que adoptarán medidas extraordinarias… con que tomen las ordinarias ya nos vamos arreglando, tampoco hay que ser un Sherlock Holmes. Luego aún hay quien se extraña de la pérdida de habitantes, entre muertes y huidas ya me dirán, esta tierra ya se empieza a parecer a Diez negritos”. La huida es manifiesta si observamos la tasa de trabajadores por pensionista, no llega a uno. Entre la falta de oportunidades y la consiguiente pérdida paulatina de servicios, los bercianos se exilian de uno de los mejores lugares para vivir, quedando la Comarca, así, convertida en una paradoja. Menos mal que nos queda la Virgen y el gin-tonic que, según sir Winston, habría salvado más vidas y mentes inglesas que todos los doctores del Imperio.
Lo más destacable en estas fechas, muertes aparte, es la apertura del espacio El libro imposible, gestionado por la librería Cervantes & Co. Se me ocurre a vuela pluma que la Compañía perfecta para el creador de nuestro entrañable hidalgo, dado los acontecimientos y a modo de reclamo cultural para turistas del Imperio, podrían componerla Shakespeare, Shelley, Dickens, Woolf o Sterne, sobre todo el gentleman de este último, Tristram Shandy, por tratarse del libro imposible por antonomasia y favorito del finado Marías, por cuya excelente traducción obtuvo el Premio Nacional de Traducción. Especifican las crónicas que se tratará de un espacio de creación, mal vamos si es frecuentado por más escritores que lectores, característica ésta muy de provincias que suele conducir a la endogamia, ya saben aquello de preferir ser cabeza de ratón que cola de león. Podemos aplicar a este caso las palabras de Cioran “los franceses ya no quieren trabajar, todos quieren escribir”, sustituyan franceses por lectores y trabajar por leer et voilà. Puesto que ha llovido, hay que pisar algún charco antes de que rellenen los baches. Bienvenido, no obstante, y a ver qué rumbo sigue… lo mismo nos encontramos ante algo similar al grupo de Bloomsbury y no nos damos cuenta. Yo sigo dándole vueltas al tema british e imagino a Carlos III, el eterno príncipe heredero debido a la constancia de su loving mommy -lo de la constancia lo ha dicho Biden, ojo-, escribiendo (sin molestos tinteros) la entrada en su diario correspondiente al ocho de septiembre de dos mil veintidós. Lo mismo nos llevamos una sorpresa y como Luis XVI, ante la noticia de la toma de la Bastilla, escribe en su diario Rien o Kafka, que el día dos de agosto del año catorce escribe “Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde he ido a nadar”. A saber.