[EL PROTECTORADO] Un chino en San Juan de la Mata
AL RAISULI | No pasa semana sin que un nuevo episodio de la depredación del Bierzo por el virus renovable nos alarme. Esta semana le ha tocado al centro geográfico del Bierzo, Sancedo–Arganza, a cuento de la infame pretensión de montar un macro parque fotovoltaico de esos que ponen cachonda a la Ministra Ribera y a su corte de meninas mentales.
Estos terrenos de la antigua MSP plantados para abastecer de apeas a las antiguas labores mineras han derivado en un tupido pinar de estimable riqueza micológica al que circundan feraces vegas y viñedos, redondeando una de las estampas más bellas y representativas de nuestra tierra.
Más de 200 hectáreas de paneles solares en el corazón del Bierzo es el certificado de que esto ya no es una corrida organizada que esconde su sangrienta intención en la formalidad reglamentada, sino la constatación de una vil borrachera de festejos descontrolados donde todo vale, sea destrucción, crueldad, engaño o ensañamiento.
¿Y esta es la solución con que pretenden ofrecer un futuro para el Bierzo? Decididamente nos toman por gilipollas. No hay duda en la necesidad de sustituir energías obsoletas y contaminantes por renovables, pero lo que dice la lógica es que los grandes parques generadores deben emplazarse en las zonas de mayor insolación y vientos, lugar que no es el Bierzo.
Este afán de emplazarse en nuestra tierra despreciando zonas más idóneas no es gratuito, tiene la poderosa justificación de ahorrar inversión en las líneas de evacuación de la producción hasta las subestaciones de la Red Eléctrica que aquí existen. Y claro si a esa roñería unimos la elusión publica y a listos locales dispuestos a poner el culo, tormenta perfecta.
El cirio que se ha montado en Arganza entre el alcalde y la Junta Vecinal de San Juan de la Mata con un chino, supongo, llamado Chen Zhengyue da para un guión de una película al estilo Berlanga. Un pueblo quintaesencia de la idiosincrasia berciana más profunda y cuna de sagas cuyas personalidades y sucedidos reales se podrían medir con los de la ficción de Amanece que no es poco.
A lo que vamos, me pregunto ante esta movida: ¿Dónde están el Consejo Comarcal o la Diputación? ¿Dónde los Diputados y Senadores Nacionales y los Procuradores en las Cortes Regionales? ¿Dónde los dirigentes del PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos y UPL? ¿Dónde la Delegada del Gobierno, el Consejero competente y el propio Mañueco Presidente de la Junta de Castilla y León? ¿Hay alguien que vaya a defender a esos vecinos?
Más aún ¿Hay una fiscalía a mano, o no, que de oficio se preocupe de defender del puteo a la ciudadanía, la naturaleza y la decencia cuando los otros poderes andan con el botellón de las vanidades? ¿Acaso no está claro que el poder político siempre declina de tutelar los intereses colectivos, mientras se desgañita protegiendo los particulares ya sean los apaños de Victorino, las engatadas de Endesa o el telemocho de Ulibarri?
Si el Bierzo estuviera obligado a instalar imperativamente una cuota de artilugios energéticos renovables para asegurar el suministro, hay suficientes terrenos degradados, cortas, escombreras o canteras, para poder albergarlos sin aumentar el estropicio, pero no es de lo que se trata sino de dar barra libre a una egoísta, oscura e irracional devastación.
Victorino Alonso dejó patas arriba la Gran Corta y el Estado se ha puesto a arreglarlo con un presupuesto público capaz de recrear Los Jardines de Babilonia; paralelamente a ese dislate aparece el chino Chen dispuesto a emular al inefable Tori poniendo también patas arriba a los terrenos forestales de MSP en el corazón del Bierzo.
¿Casualidad? ¿Difícil de tragar, no? En todo esto solo hay una verdad y es el legítimo derecho de los vecinos a vivir en el entorno heredado de sus mayores.