[REVISTA] Fusaro contra los vaniloquios de farsantes
Después de los vaniloquios a los que ya nos tienen acostumbrados los portavoces, El pleno del Consejo aprueba cuatro mociones sobre sanidad, transportes e incendios forestales. Tamaño esfuerzo el suyo que bien merece otro aumento de sueldo.
Nos quedamos con una interesante reflexión jurídica sobre las mociones (¿Cabe control judicial declaraciones institucionales, mociones políticas, etc adoptados por plenos Ayuntamientos?) antes de pasar a cuestiones de mayor enjundia como la dimisión del concejal del PP de Cacabelos José Manuel Cela, que anticipa su retirada de la política a ocho meses de las municipales. Por cierto, para tranquilidad de los bercianistas (y no solo de ellos) ya les avanzamos que por cuestión de plazos el juicio a Pedro Muñoz no podrá celebrarse antes de las elecciones. Más primicias: 44 años después, Ponferrada volverá a tener una candidatura vecinal a la alcaldía.
De cara a esa cita con las urnas también ha sido Convocada una asamblea para constituir una plataforma berciana “de izquierdas” con vistas a las municipales. De la izquierda de La vida de Brian estamos pasando ya a los Chistes de Trotskos. Y esto no ha hecho más que empezar. Ajeno a todo eso, el alcalde reduflactario inauguró anoche un alumbrado, esta vez sin convocatoria a la ciudadanía para que fuera a aplaudir. Ahora que andan en eso en la ciudad de los estorninos (ahí tienen los poetas otra definición para no abusar de la ciudad del puente y la ciudad de la niebla), ojo que Multan con 2.001 euros a una señora en Madrid por dejar una caja de cartón fuera del contenedor.
El juicio a Pedro Muñoz no se celebrará antes de las elecciones
Continúan revueltas las gentes de orden con la victoria de Giorgia Meloni en Italia. Como si no supieran de sobra que nada va a cambiar. Nos divierten las jeremiadas de la izquierda que parece haber olvidado la Tangentópolis (al menos allí los condenaron a la desaparición) y de los que malbarataron el legado del PCI. Estamos quizá ante El final de la farsa antifascista, un trampantojo al servicio de las élites globalistas en estos tiempos en los que como certeramente señala Diego Fusaro: «Izquierda y derecha defienden a la clase dominante». Todo lo demás es teatro.
Puede que estemos asistiendo a El fin del capitalismo, como sostiene Azahara Palomeque, pero tampoco vamos a aplaudir con entusiasmo no vaya a ser que detrás venga el ecofascismo. La tontería ya lleva mucho tiempo circulando por las redes sociales, por eso no nos extraña si Confirman que Facebook impacta de forma negativa en la salud mental. Incluso ha contagiado a medios que se tienen por serios, siempre tan atentos a este nuevo mundo digital y alarmantemente estúpido. Es la edad de oro de los farsantes y los vendedores de burras, como nos relatan en La zorra, las uvas y el periodista que explica cómo ducharse para ahorrar agua.
También los hay que tienen muy clarito el papel meramente instrumental de los medios y se afanan por tenerlos a su servicio. La penúltima es que Moncloa culmina su plan para controlar los telediarios de RTVE ante el año electoral.