Los pediatras del Bierzo advierten de que el servicio está «bajo mínimos»
Los profesionales auguran un colapso inminente de la asistencia extraordinaria que se está prestando en Picotuerto.
El equipo médico de pediatría de atención primaria del Bierzo, compuesto por 18 profesionales (ocho médicos de familia y diez pediatras) ha manifestado a través de un comunicado su «indignación y disconformidad» con los datos ofrecidos Sanidad sobre la cobertura del servicio y asegurando que «la asistencia ordinaria está desde hace años bajo mínimos y la extraordinaria, en el PAC de Picotuerto, en vísperas de colapso».
Respecto a las plazas supuestamente asignadas en Villafranca y Flores del Sil (Ponferrada III) matizan que la primera será ocupada por una pediatra que ya trabaja en el Bierzo y la segunda está «asignada pero pendiente de ocupar», además de estar siendo ya desempeñada por otro profesional. Por otro lado, hacen hincapié en la próxima pérdida de dos plazas de atención continuada y la marcha de una de las pediatras de Picotuerto (Ponferrada II), que se va en enero de traslado, «con lo cual se pierde un efectivo más en atención ordinaria y en la continuada: sumamos tres pediatras menos para atender a los niños enfermos que acuden al PAC de Picotuerto».
También llaman la atención sobre la situación del servicio de pediatría en el centro de salud de Cuatrovientos (Ponferrada IV), que «lleva tres años en situación de inestabilidad laboral, con bajas prolongadas no cubiertas, con niños temporalmente desplazados a otros centros y con sobrecarga asistencial insostenible para la otra pediatra del centro», un problema que «se ha solventado cerrando la asistencia pediátrica del centro, como ha ocurrido ya en cinco ocasiones en los últimos meses».
La pérdida de efectivos se traducirá en un aumento de las guardias para los pediatras que desempeñan su labor en el área de salud del Bierzo. Según explican estos profesionales, «actualmente estamos haciendo entre siete y nueve guardias al mes en el PAC de Pico Tuerto, que subirán a once o doce a partir de enero de 2023», una situación de «14 horas seguidas de trabajo en días laborables y 12 en fines de semana y festivos es, por una parte, difícilmente compatible con la vida personal y familiar, afectando al propio descanso físico y mental de los profesionales; y por otro, genera rechazo a los posibles profesionales interesados en una de nuestras plazas, al constituir las peores condiciones laborales, con diferencia, de toda Castilla y León». Esta situación, aseguran, «es conocida desde hace años y ha sido discutida en varias ocasiones, sin que hasta el momento se ha adoptado ninguna medida efectiva de mejora».