El embalse de Bárcena vio reducida su capacidad en un 56% en el segundo año más seco
Los cortes nocturnos en el Canal Bajo entre el 13 de mayo y el 13 de julio garantizaron las demandas en agosto y septiembre.
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha reunido a la Comisión de Desembalse para hacer balance del año hidrológico 2021-2022, el segundo año más seco de la serie histórica, por detrás del año 2016/17.
Las aportaciones en el total del periodo para la cuenca del Sil Superior rozaron los 314 Hm3, frente a un valor medio de 718,7 Hm3, lo que supone un descenso de algo más del 56% con respecto a los valores normales.
Todos los meses del año hidrológico estuvieron por debajo de la media, con la única excepción de diciembre de 2021 que, con unas aportaciones de 101,9 Hm3, se situó un 12,6% por encima de la media. Destacó particularmente el comportamiento de los meses de noviembre (con un 72,5% menos de aportaciones), marzo (-66,9%), agosto (-75,8%), y sobre todo julio, con un 87,9% menos de aportaciones con respecto a los valores normales.
A pesar del escaso aporte, la adopción de medidas tempranas permitió que el comportamiento del embalse se mantuviese relativamente dentro de la normalidad. Así, desde el 8 de enero los desembalses se limitaron al caudal ecológico, lo que permitió que la curva de embalse fuese ascendiendo.
Con respecto a los regadíos, se realizaron unos consumos muy moderados durante la primera parte de la campaña de riego, gracias a la colaboración de los regantes, que incluyeron cortes nocturnos en el Canal Bajo entre el 13 de mayo y el 13 de julio, a fin de hacer lo posible para garantizar las demandas en los meses de agosto y septiembre.
Los ahorros logrados permitieron proporcionar los caudales habituales durante el resto de campaña, pudiendo así hacer frente a los picos de demanda que se concentraron en la segunda quincena de julio y todo el mes de agosto.