[LA PIMPINELA ESCARLATA] Ponferrada central
EDUARDO FERNÁNDEZ | Hay problemas que tienen en común Ponferrada y Nueva York, como el exceso de vehículos en las calles, una polución desmedida y graves problemas de contaminación, que han llevado a las autoridades locales de ambas ciudades a establecer restricciones a la circulación. Yo me congratulo de tener los mismos problemas que un neoyorquino, aunque protesto por la falta de glamour que tienen muchos accesos a barrios y pueblos de Ponferrada, entre el bache y la renaturalización por el descuido municipal, que es mayor que el que los yankis le ponen a Manhattan. En cambio, hay avances civilizatorios en Ponferrada que ya quisieran para sí en Nueva York, como un parklet en cada monumento y un asfaltado en cada parque.
Por estos inconmensurables logros es por lo que sin duda paran al alcalde de Ponferrada por la calle, que abrumado está por las felicitaciones del nivel de limpieza que tiene Ponferrada, lo que viene a ser como una invitación para otra tanda de denuncias en prensa de la oposición con fotografías incontestables con el lamentable estado en el que en realidad están muchas calles en la ciudad. Siempre se puede contar con algunos del equipo de gobierno para que le den ideas a la oposición cuando parece que empiezan a decaer sus iniciativas.
El consistorio de nuestra ciudad, siempre pensando en el bienestar e interés de los ciudadanos y nunca en las elecciones municipales de mayo, parece haber decidido retrasar la entrada en funcionamiento del área universalmente conocida como Ponferrada central. Supongo que con los ecologistas que apoyan a alguna de las formaciones del equipo municipal en contra por los altísimos niveles de aniquilamiento del medio natural del municipio que plantea semejante medida. Por propia confesión de los genios municipales ya sabemos que las mediciones efectuadas de contaminación no dieron problemas significativos, si bien los ecologistas de carnet aducen que solo estos altos niveles de contaminación explican el desmedido tamaño que tiene la Zona de Bajas Emisiones de Ponferrada. Por tanto ¿cómo aceptar semejante retraso que costará cientos de vidas por la contaminación como el alto precio de la luz costaba decenas de vidas por la pobreza energética? Pues nada, va a resultar que tanto la polución como el frío solo matan cuando no gobierna la izquierda. Estos no han leído a Manuel Vicent cuando escribió “nos mata el oxígeno, morimos porque al respirar nos quemamos”. Porque vamos, con la rectitud intachable de esta gente, el retraso no se alargará hasta después de votar ¿no? A ver si van a terminar negando el cambio climático o posponiendo el agujero en la capa de ozono hasta que se acaben las obras en Ponferrada.
Yo no puedo sino congratularme porque en mi zona se permiten las bajas emisiones, bajas y gordas espero. Pero no tienen tanta suerte otros que ya están echando cuentas de si les va a pasar como en Madrid, que cuando vienen del pueblo a Ponferrada para poder atravesar la dichosa zona sin que luego te multen hay que dejarse una pasta en los parkings públicos. Pueden estar tranquilos; si el equipo de gobierno echa tantos años en poner las cámaras que controlen esto como las que iban a controlar la entrada en calles peatonales -termina el mandato y hay más circulación en la calle La Paz que en La Castellana- puede todo el mundo seguir viniendo con el vehículo contaminante que quieran, tractor incluido.
Ahora bien, no termino de pillarle la lógica democrática e igualitaria a que en el mismito centro de Ponferrada donde yo vivo vayamos a tener una zona en bajas emisiones para podernos asomar a la ventana e inspirar sin miedo a las partículas en suspensión, mientras que en el resto de Ponferrada puedan tenerse zonas de altísimas emisiones en las que da igual que la gente de Columbrianos, Dehesas o Fuentesnuevas respiren a pleno pulmón el dióxido de carbono, óxido de azufre e hidrocarburos no quemados que expulsan los escapes de los coches. Uno hubiera pensado que en una ciudad en la que no hay lugares de contaminación especialmente significativa con respecto a otras zonas, se protegiera dentro de las previsiones legales a todos por igual, para que no hubiera ciudadanos de primera y calle limpia y otros de segunda y humo negro, pero quiero darle las gracias al equipo de gobierno municipal de Ponferrada porque preserve mi salud y ya si eso que sean otros los que se ahoguen. Decía el nobel de economía Milton Friedman que hay una cortina de humo detrás de cada programa de gobierno. Aquí no, el programa de gobierno es humo y el humo se lo llevan fuera del centro, como la derecha más insolidaria. Desde el centro, gracias.