La asociación Estación Temple tilda a Coalición por El Bierzo de «partido podrido»
El colectivo vecinal reprocha a los bercianistas que no hayan cumplido «ni una sola» de sus promesas electorales para el barrio.
El anuncio de la creación de un nuevo colectivo vecinal en el barrio de la Estación de Ponferrada parece haberle sentado como un tiro a los responsables de la actual asociación Estación Temple Navaliegos, que han sacado la artillería pesada para responder a las insinuaciones sobre las causas del cisma. Además de negar cualquier responsabilidad en ese clima de división, apunta sus dardos hacia Coalición por El Bierzo por «bendecir» la creación del nuevo colectivo.
La asociación carga con especial virulencia contra la formación bercianista, por la que fue elegido concejal el anterior presidente, Jesús López, a la que califica como «un partido podrido que después de 4 años con el PP y 3,5 con el PSOE no ha cumplido ni una sola de las promesas electorales en el barrio de la Estación». Y todo ello, apostilla en referencia directa a López, «pese a que siendo concejal del equipo de Gobierno y estando la ciudad con obras, no ha conseguido una sola para el barrio que durante 12 años ha estado expoliando según denuncia de Fiscalía».
En concreto, la asociación se refiere a las diligencias previas abiertas por el juzgado número 7 de Ponferrada tras la denuncia presentada por los actuales responsables contra la anterior directiva. También afirma que hay «personajes» que «llevan tiempo inventándose denuncias para boicotear aquello que demuestra sus implicaciones en actos delictivos pendientes de probar y que interesadamente procuran su archivo mediante ceremonias del enredo y descalificación, usando todo tipo de hechos que les sirvan a sus objetivos de boicotear una sentencia que les deje en evidencia ante la opinión pública».
Asimismo, la asociación asegura que «son ellos, con pruebas más que evidentes, los que se han dedicado por el barrio a boicotear todas nuestras iniciativas, como cursos de internet, de móviles para personas mayores, enseñar a leer y escribir, viajes, procesión de San Cristóbal, clases de gimnasia y lo peor de todo: amenazar a bares y comercios con no entrar a sus comercios si los veían hablando con nosotros».