Una placa en la glorieta de la Pizarra reivindica la obra del artista Pablo Voces
Este jueves se llevará a cabo el descubrimiento de la placa que recuerda la figura de Pablo Voces, autor de varias esculturas en la ciudad.
El acto de colocación de la placa tendrá lugar en el entorno de la glorieta de la Pizarra, uno de los principales conjuntos escultóricos debidos a este artista berciano fallecido en agosto de 2020 y al que el Ayuntamiento también ha rendido honenaje dando su nombre a la Escuela Taller.
Aunque se trata de una placa informativa, para que se conozca la figura del autor de la obra que preside la glorieta, se trata de un acto reivindicativo de la figura de este gran artista local y gran persona que durante muchos años estuvo al frente de los proyectos y actividades de la Escuela Taller, dejando una profunda huella en el tejido urbano de Ponferrada.
Nacido a finales de la década de 1950 en La Barosa, pequeña pedanía del municipio de Carucedo, Pablo Voces se formó en el centro actualmente denominado Instituto de Enseñanza Secundaria Virgen de la Encina (IESVE), conocido popularmente como La Sindical. Sus estudios como maestro industrial en Calderería y Estructuras Metálicas le aportaron una sólida formación como técnico especialista en una materia emparentada en la historia con el viejo oficio de los herreros.
Estuvo al frente de la Escuela Taller de Ponferrada, que se había puesto en marcha bajo la batuta de Ángel Ruiz, entre 1993 y 2002. Posteriormente estuvo ligado al Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imfe), pasando a ser el responsable de los programas de formación de este organismo, cuyos proyectos fueron minuciosamente elaborados, diseñados y coordinados por él. A lo largo de los años, cientos de personas han pasado por estos cursos, en los que Pablo Voces ofreció su cara más pedagógica.
Obras suyas son el monumento a la pizarra, a los donantes de sangre, la silueta de la ermita del Sacramento que complementa el grupo escultórico de Las Pimenteras o al Mundial de Ciclismo de 2014. Mención especial merece en este sentido una obra que ha despertado un enorme interés más allá de las fronteras locales y cuyo acabado sorprende a los numerosos visitantes que la contemplan todos los años: el soporte de la impresionante glicinia de la popularmente conocida como Casa de los Escudos, actualmente convertida en Museo de la Radio Luis del Olmo, en cuyo diseño también intervino Bernabé Moya, el técnico que se ha ocupado de la conservación del árbol.