[LA OVEJA NEGRA] Pensar la crisis, pensar la esperanza
GERMÁN VALCÁRCEL | La humanidad ha llegado a un punto en el que nuestra especie camina hacia su auto aniquilación.
GERMÁN VALCÁRCEL | La humanidad ha llegado a un punto en el que nuestra especie camina hacia su auto aniquilación.
UN GATO | Aunque estemos pasando unos días fríos, apunta ya la primavera.
GERMÁN VALCÁRCEL | Ya no dudo en autocalificarme de “catastrofista”.
EDUARDO FERNÁNDEZ | El pasado sábado a las ocho, que no sé si son para ustedes de la tarde o de la noche, contesté pacientemente a una encuesta telefónica que me hacía un robot de voz cansina, que preguntaba por las excelencias del gobierno municipal ponferradino de Olegario Ramón.
GERMÁN VALCÁRCEL | En una sociedad donde hay más desalmados, alienados y necios que personas decentes, la lucha más importante, la lucha fundamental de nuestro tiempo es asimilar –intelectual y emocionalmente– el desastre que nos aguarda, aceptar que la inmensa mayoría de las personas no responderán racionalmente ante la devastación que nos espera.
GERMÁN VALCÁRCEL | Parece que el Bierzo lleva camino de convertirse en un enorme plató cinematográfico.
EDUARDO FERNÁNDEZ | Uno de los riesgos que tiene la sobreexposición mediática de querer estar en todos los sitios apropiándose de méritos ajenos, desdeñar no ya un perfil bajo, sino normal, y querer ser el niño en el bautizo y el muerto en el entierro, es que se gana el titular de un día, pero luego te expones a la maldita hemeroteca y a las chanzas de la gente.
GERMÁN VALCÁRCEL | El lenguaje del poder otorga impunidad a quienes, en nombre del desarrollo y el progreso, enferman y arruinan nuestras geografías, y explotan a sus habitantes, humanos y no humanos.
“Si el Evo pariera, el aborto sería despenalizado, nacionalizado y constitucionalizado”
(María Galindo.
EDUARDO FERNÁNDEZ | El estado de muchas aceras de Ponferrada -pongan ustedes el barrio o zona que quieran, porque los progresistas en esto somos muy democráticos y desatendemos todo el municipio por igual- es sencillamente deplorable.