La primera ola de calor da inicio a un verano tórrido, lluvioso y de noches tropicales, y con la llagada de la temporada estival bajamos como de costumbre la persiana de esta Revista.
Al parecer, el decano estuvo Sin noticias de Olegario Ramón desde el sábado, como si hubiera desaparecido del mapa justo después de una toma de posesión como concejal más sobreactuada que el Arturo Galván interpretado por Fernán Gómez gritando aquello de «estaba deseando que viniera usted por aquí, señoritooo…».
Cuando Franco terminó de leer el proyecto de reforma política que le había enviado el entonces embajador en Londres Manuel Fraga Iribarne, cuentan que le llamó a su despacho y le espetó: “Esto está muy bien, señor Fraga, pero dígame ¿para qué país es?”.
Seguimos esperando el santo advenimiento, como solía decir el recordado Antonio Garay cuando aguardaba el final de alguna reunión que se retrasaba para informar a los medios para los que ejercía como corresponsal en Cacabelos.
Después de las inundaciones del domingo ayer nos volvió a visitar la lluvia, pero El calor llega desde el miércoles con más de 30 grados en muchas zonas de España.
Empezamos la jornada del lunes con los ecos de La tormenta deja inundaciones en varios puntos de Ponferrada y con Cinco ayuntamientos pendientes de los pactos a una semana de la elección de alcaldes.
Tras la aprobación a la búlgara de las listas del PSOE leonés para el Congreso y el Senado quizás a más de un militante se le haya venido a la memoria aquella divertida reflexión de John Benjamin Toshack sobre los cambios en las alineaciones después de una derrota.
Con esto de los pactos entre el PSOE y Coalición por El Bierzo (pasados, presentes y acaso futuros) algunos parecen empeñados en distinguir entre Fumar mientras se reza y rezar mientras se fuma, como en el viejo chiste eclesiástico.
