[LA OVEJA NEGRA] Todo por la pasta
GERMÁN VALCÁRCEL | Confieso que llevo años escribiendo como terapia, como si con ello consiguiera suavizar esta sensación de asco, de ahogo en la boca del estómago.
GERMÁN VALCÁRCEL | Confieso que llevo años escribiendo como terapia, como si con ello consiguiera suavizar esta sensación de asco, de ahogo en la boca del estómago.
GERMÁN VALCÁRCEL | El muy honorable alcalde de Ponferrada, don Olegario Churchill, autoerigido en látigo del hampa política local, de las gentes de mal vivir y de los perroflautas e intelectuales asintomáticos, nos acaba de regalar una gran lección de ciencia política y periodística.
GERMÁN VALCÁRCEL | El neoliberalismo está logrando algo inédito, creo yo, en la historia de la humanidad: el descerebramiento de la especie humana, gracias a una hábil combinación de tecnociencia y tecnomercado.
GERMÁN VALCÁRCEL | El gobierno de la Junta de Castilla y León, aprovechando el miedo en el que vive instalada la población tras un año de manipulación covidica, ha dado un paso más en la represión social y en el inquietante camino al totalitarismo sanitario hacia el que vamos abocados.
GERMÁN VALCÁRCEL | El clasemediano occidental no teme las catástrofes largamente anunciadas por los cenizos científicos del clima.
GERMÁN VALCÁRCEL | Vientos huracanados y fuertes temporales político-sociales, aparentemente ocasionados por un virus, han barrido el planeta el pasado año.
GERMÁN VALCÁRCEL | Ya lo dejó dicho Marx: la violencia siempre ha sido la partera de la historia y estamos en el final de una forma de entender el mundo, de un modelo de convivencia.
GERMÁN VALCÁRCEL | No es fácil vivir en una sociedad grotesca como la que habita en la Comarca Circular, donde la mediocridad todo lo invade.
GERMÁN VALCÁRCEL | A servidor, vecino de la Comarca Circular y miembro de un sanedrín de perroflautas (Olegario Churchill dixit), lo que realmente le gustaría ser es filósofo u obispo, pero no lo soy; mi auténtica vocación es ser analista de la CIA.
GERMÁN VALCÁRCEL | El actual gobierno, conformado por la jet set socialdemócrata, y el neoestalinismo podemita –marxistas grouchianos– se está revelando como la forma más eficiente, y con menos contestación social, que tienen las grandes corporaciones empresariales para implantar la Green New Deal en nuestro país.