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[LA OVEJA NEGRA] Cuando las ideologías te vuelven idiota

GERMÁN VALCÁRCEL | Hace unos días un amigo me hizo llegar un pantallazo, extraído de una red social, donde un “caballero”, vecino de Ponferrada, orgulloso votante de Vox y “odiador” de todo lo que huela a izquierda (soy plenamente consciente que la necedad y el sectarismo no son patrimonio de la extrema derecha, están muy democráticamente repartidos), cuestionaba el cambio climático.

[SUJETO DE ABAJO] 120 metros

JUAN CARLOS SUÑÉN |  Hace unos días visité la tienda de telefónica para solicitar la instalación de fibra óptica en Magaz de Abajo.

[LA OVEJA NEGRA] Ante el colapso: auto organización y apoyo mutuo

GERMÁN VALCÁRCEL | A veces, en las reuniones familiares, observando a los más pequeños jugar, se me cae el alma a los pies, cuando pienso -sé- lo que les espera: un colapso que no se imaginan, donde abundaran guerras por los recursos, desplazamientos de millones de personas, ingentes cantidades de chatarras, posiblemente inservibles, y de tierras contaminadas, escasez de agua y energía, poca comida y altas posibilidades de que ninguno sobreviva más allá de su mediana edad.

[LA OVEJA NEGRA] Lo que el realismo reformista esconde

GERMÁN VALCÁRCEL | La conocida película Mad Max fue ubicada temporalmente en el año 2021, no fue casualidad, los guionistas habían leído el informe del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) Los límites del Crecimiento, pagado por Rockfeller para el Club de Roma -actualmente la UE- realizado en 1969 y publicado en 1972, exactamente en las mismas fechas que tenía lugar la primera gran crisis del petróleo.

[UNA HABITACIÓN AJENA] Sin anestesia

Ante todo, no hagas daño.

(Hipócrates de Cos)

El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos.

[LA OVEJA NEGRA] Repensar el mundo, repensar esta columna

GERMÁN VALCÁRCEL | Ya decía T.W. Adorno que no se podía escribir poesía después de Auschwitz, si se tratara de “un vocero del catastrofismo” no tendría mayor importancia, pero Adorno era alguien muy serio que no daba puntada sin hilo.