[REVISTA] Visitas que se dejan las sardinas en la agenda de la tele
Estamos a viernes y la visita de Felipe VI ya queda lejos, pero eso no es óbice, obstáculo ni valladar para que los políticos locales le sigan dando vueltas.
Estamos a viernes y la visita de Felipe VI ya queda lejos, pero eso no es óbice, obstáculo ni valladar para que los políticos locales le sigan dando vueltas.
Ayer nos levantamos sabiendo Lo que hoy nadie va a decirle a Felipe VI y nos acostamos con los ecos de La ‘Real’ visita a Ponferrada.
Con El alcalde de Ponferrada, «contento e ilusionado» con la visita del Rey al Campus y al Ayuntamiento, hoy tenemos un pleno tan descafeinado que Olegario Ramón ya tiene previsto estar a la una en otro sitio,
Con la fama de gafe del regidor, no sabemos si la misma ilusión por la visita la compartirá Felipe VI.
Cuando más se habla de la monarquía, a la que el emérito ha colocado en el candelabro y no precisamente para bien, nos anuncian que La Casa Real prepara la visita de Felipe VI a Ponferrada para presidir el martes la clausura del XXV aniversario del Campus.
“Se recomienda beber dos litros de agua al día”, bramaba la televisión a todo volumen en un bar de Viveiro como consejo ante la ola de calor.
Desde que regresó de El felicísimo viaje a Bruselas, el alcalde de Ponferrada exhibe una vigorosa hiperactividad con la que acaso pretenda desmentir que esté tumbado a la bartola en el mirador del puente como dice la malvada oposición.
Nunca agradeceremos lo suficiente la abnegada labor de nuestra policía local, que como decimos siempre lo mismo cose un huevo que fríe un botón.
«Si pierdes dinero, no has perdido nada; si pierdes salud, has perdido algo; pero si pierdes el carácter, lo has perdido todo», sostiene el protagonista de Lansky, magistralmente interpretado por Harvey Keitel.
Umbral, el dandy vestido de Pierre Cardin que «con su muerte no ha muerto», cumplió 90 años en el recuerdo de cuantos alguna vez aprendieron algo de este gran maestro de columnistas.
Cuando el automóvil todavía era un lujo al alcance de muy pocos, se hizo célebre una breve reseña de El Pensamiento Astorgano en la que se informaba de que un exitoso empresario afincado en Madrid viajaría a su ciudad natal para pasar las vacaciones “en coche propio y por carretera”.