[UNA HABITACIÓN AJENA] La cuestión palpitante
«Madre mía –replica Telémaco–, vete adentro de la
casa y ocúpate de tus labores propias, del telar y de la rueca… El relato
estará al cuidado de los hombres, y sobre todo al mío.
«Madre mía –replica Telémaco–, vete adentro de la
casa y ocúpate de tus labores propias, del telar y de la rueca… El relato
estará al cuidado de los hombres, y sobre todo al mío.
GERMÁN VALCÁRCEL | Como creo que estamos todos aburridos (servidor el primero, créanme) de tener, una y otra vez, que explicar cuál es, a mi entender, el papel que debe ejercer el columnismo de opinión ante el poder, ante cualquier forma de poder, utilizaré las palabras de Étienne de la Boétie, que acerca del poder sabía bastante más que yo, como dejó probado –antes de existir los expendedores de legitimidad izquierdista, ecologista o feminista– en su ensayo Sobre la servidumbre voluntaria: «Ese que os domina tanto no tiene más que dos ojos, no tiene más que dos manos, no tiene más que un cuerpo, y no tiene una cosa más de las que posee el último hombre de entre los infinitos que habitan en vuestras ciudades.
EDUARDO FERNÁNDEZ | Como a la velocidad que evolucionan las cosas de la política no hay quien haga una predicción que se pueda cumplir, salvo Tezanos que siempre acierta en su realidad paralela, los politólogos no hacen más que inventarse nuevos términos para explicar a posteriori lo que no supieron ver cuando debían.
GERMÁN VALCÁRCEL | Aunque el discurso político y mediático al uso ha dado la espalda a cualquier debate relativo a un eventual colapso del sistema, en los últimos meses temas como la crisis energética o el decrecimiento, ligados al colapso sistémico, la primera como causa y el segundo como posible solución, han empezado a tener acogida mediática y han entrado en la agenda política.
La familia es la obviedad más innata que yo nunca aprendí.
JUAN CARLOS SUÑÉN | Sería febrero de 2017 cuando un senador de Compromís, Carles Mulet, le preguntó al Gobierno si tenía algún protocolo definido ante la eventualidad de un apocalipsis zombi.
GERMÁN VALCÁRCEL | Para percibir el tufo terminal de Podemos solo hay que darse un paseo por las redes sociales y por sus medios afines, y leer los lamentos de los adoradores de mitos y del culto a la personalidad, y los lloriqueos victimistas de sus viudas por la pérdida del macho alfa.
GERMÁN VALCÁRCEL | El anarquismo es de los pocos movimientos sociales y políticos que se enfrentan al poder sin buscar acceder a él, ni desde sus colectivos se busca medrar ni escalar política, social o económicamente.
NELLY BOXALL | ¡¡Madre mía cómo está El Bierzo estos días!!
GERMÁN VALCÁRCEL | En un país que, como el nuestro, a lo largo de su historia ha confundido con demasiada frecuencia prudencia con cobardía y resignación con tolerancia, es entendible el desprecio con que somos gobernados por nuestros democráticamente electos representantes políticos, unos dirigentes que no dudan en humillarnos si de ese modo consiguen someternos.