Tagged: Juan Carlos Suñén

Canción

Desde el monte cercano
pueden verse los fuegos
del enemigo.

El mensajero

A cual con más ingenio se provocan.
Si el uno dice beberé tu vino,
el otro le replica que ya antes
tuvo esclavos ladrones.

La amenaza

¿Qué visillo no puede
deslizarse sin ruido,
qué lámpara no vela
una intención oscura,
en qué bolsa no cabe
la ambición, en qué manto
de pliegues inocentes
no se oculta una daga?

Ella (III)

Si mañana…
está diciendo cuando la que lleva
atado al cuello un saquito
le pone un dedo dulce
sobre los labios.

Un hombre no debe ser recordado

Cuando llega el momento
de partir a la guerra,
el hombre ensilla su caballo y pasa
miedo y, para alejarlo, piensa: Pronto
adornarán mis hijas su juventud con flores
de estos campos, con vino
de estas cepas celebrarán sus bodas.

Ella (II)

Qui non zelat, non amat.

Preguntó él si le amaba.

Celebración del caballo

¿Puedes acaso detener al viento?
¿No ignora el viento las fronteras, libre
va y viene sin disfraz,
sopla a su antojo?

Guerra en los mapas

No hay honor en las marcas
que sobre el mapa trazan, arrogantes,
tus generales, todos
han templado sus cuerpos a la sombra
de un abanico.

Un sueño

Deus, ecce deus.

Sueño que somos dioses

y me despierto solo en la cama enorme.