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La serpiente de este verano era la planta de la burundanga.

Parece que los políticos locales no se han enterado de lo de El último verano y se resisten a irse de vacaciones.

Pues va a ser verdad que con el calor Insultamos más, razonamos peor, sube la violencia y se frena la economía.

Lo clava Rubén Arranz cuando escribe en su artículo Ángel Martín, Yolanda Díaz y la diferencia entre un «joseantoniano» y una «heroína«: “Señalar el hartazgo cuando gobierna la derecha se relaciona con el espíritu crítico y con la conciencia ciudadana.

Unas 300 personas dicen en Ponferrada ‘nunca más’ a los incendios, lo que supone una Tibia respuesta a la manifestación contra la gestión de los incendios forestales.

Parece que los incendios que nos han tenido en vilo los últimos días van camino de ser controlados, así que ahora nos tocará soportar la salmodia de los políticos a los que lo único que se les ocurre –aparte de hacerse fotos– es presentar mociones incoloras, inodoras e insípidas.

«Todo lo que nos decían del comunismo era mentira, pero lo peor es que todo lo que nos contaron del capitalismo era verdad».

Al modo en que aquel veterano militante comunista le hizo su autocrítica al camarada Jorge Semprún, Izquierda Unida ha decretado el final del curso político en el Ayuntamiento de Ponferrada.

Vuelve por sus fueros Covidio Ramón para anunciarnos que El comité anticovid de Ponferrada se reunirá esta semana, un invento de los suyos tan peculiar como superfluo.

Las reliquias templarias ya reposan en el Castillo de Ponferrada, así que podemos volver tranquilos a nuestras ocupaciones cotidianas mientras esperamos el comunicado de rigor sobre el abrumador éxito del evento y la plena ocupación hotelera, aunque ya nos adelantan la Satisfacción municipal con los resultados de una Noche Templaria ‘más abierta’.